miércoles, 25 de noviembre de 2009

Una propuesta simple, pero eficaz


Siempre he pensado que el levantamiento del embargo-herramienta política de relativa efectividad, ya que Estados Unidos está entre los principales cinco socios comerciales de Cuba- tendría dos consecuencias primordiales, una política, y otra económica, que al fin y al cabo son la misma cosa:
1. Una inmensa victoria política para el castrismo, y una consecuente y humillante derrota para el exilio todo: dialogueros, intransigentes, balseros, históricos, quedaditos, o como quieran clasificarlos.
2. Una extraordinaria posibilidad de los dictadores Castro de acceder a créditos frescos, no sólo de instituciones financieras estadounidenses, sino del resto del mundo, que hoy no ofrecen esas facilidades por sus relaciones con Estados Unidos y el impedimento de la ley Helms-Burton.

La derrota política sería el golpe más demoledor a la moral de quienes, de una u otra forma ,se han opuesto a más de medio siglo de dictadura, y mensaje desalentador para toda la oposición interna que se pudre en las cárceles cubanas, bajo terribles condiciones. Además, una afrenta para todos aquellos que derramaron su sangre en aras de una libertad y democracia que aún no tenemos. Una afrenta a la víctima y una concesión inmerecida al victimario, que durante 50 años ha ofendido, vilipendiado, agredido y despreciado a quienes se le han opuesto, alardeando de que no lo necesita para nada. Entonces, ?para qué nuestro dinero ahora?

Necesitan nuestro dinero, porque sin él no tienen manera ya de sostenerse. Necesitan los viajes, porque el único turismo verdaderamente fuerte, que gasta dinero, es el norteamericano, porque el turismo de españoles e italianos es de una pobreza aberrante, porque más le dejan los exiliados cubanos que van a la isla, que los mexicanos, los franceses o los miles de izquierdistas trasnochados que van al país a tomarse fotos en el último reducto de la prehistoria totalitaria en el contienente.

Sin embargo, creo que el embargo se debe, se puede y se tiene que levantar. Sólo que no puede ser una medida incondicional. Para ello, el castrismo tendría que aceptar darle al pueblo sus libertades políticas y económicas. De lo contrario, no habrán de merecerlo, así de simple. El levantamiento incondicional del embargo no beneficiaría en nada al pueblo cubano. Sólo permitiría mayores ingresos a las arcas del gobierno para acrecentar la represión. El pueblo cubano jamás se ha beneficiado de los privilegios económicos que le han otorgado. Ni siquiera se beneficia de la importación de alimentos que hace el castrismo de Estados Unidos.

Un buen punto de partida para iniciar este descongelamiento político y económico es que Estados Unidos autorizara la liberación de los viajes de todos los ciudadanos norteamericanos a Cuba, si el castrismo, a cambio, eliminara los permisos a los cubanos para viajar al extranjero y los permisos de los cubanos para entrar al país. Cuba es el único país del mundo que humilla a sus ciudadanos de semejante manera. Por eso, los cubanos que viven fuera de la isla, vayan o no a Cuba, no son exiliados-ya es hora de darles su verdadero nombre-, son desterrados.

No hay ninguna razón, ni humana, ni política, ni económica, ni táctica, ni estratégica para que el Presidente Obama haga concesiones medulares al castrismo, sin que el pueblo de Cuba-de dentro y de fuera- obtenga algo a cambio, porque en política toda acción tiene el propósito de obtener algo a cambio. O de lo contrario deja de ser política y se convierte en traición. Y los cubanos ya han sido bastante traicionados por toda latinoamérica, Europa y consecutivos gobiernos norteamericanos-los de los Bush incluídos-, como para que sigamos bajándonos los pantalones, nos violen, y encima tengamos que escuchar que nos digan, a gritos, !muévete!

El castrismo ya está en coma. No hay que dejar que sobreviva. Es el momento de rematarlo. Darle, sin sacarle nada, es un suicidio. Es una propuesta simple, pero eficaz.

Día Internacional de Derechos Humanos


Darsi Ferrer, prisionero de conciencia

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) – La adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos por la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.), el 10 de diciembre de 1948, representó un hecho de transcendental importancia para la humanidad. El documento consignó el compromiso asumido por las naciones firmantes, en el reconocimiento y la protección de los derechos fundamentales de todas las personas, sin distinción de género, edad, raza, ideología, creencia religiosa, status socioeconómico.

Activistas de la sociedad civil conmemoran la fecha con una marcha pacífica el 10 de diciembre, a las 11 de la mañana, en el parque Villalón, en el Vedado, desde el año 2006.

La actividad consiste en caminar en silencio, sin consignas ni proclamas, con el propósito de promover el respeto a las libertades y derechos de los seres humanos.

En las tres ocasiones que se han realizado las marchas Seguridad del Estado las ha reprimido violentamente, mediante sus turbas paramilitares y policías vestidos de civil, que han agredido con impunidad a los activistas pro-democracia. Tal actitud demuestra el menosprecio del gobierno por los compromisos contraídos por Cuba, en su condición de nación signataria de la Declaración Universal de Derechos Humanos, además de que nuestros país es miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y firmante en 2007, pendiente de ratificación, de los Pactos de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Aunque no podré asistir este año a la marcha, invito a los cubanos a que se sumen el próximo 10 de diciembre a la celebración del Día Internacional de Derechos Humanos, participando en la actividad pacífica en el parque Villalón.

Mi invitación se fundamenta en el principio de que los derechos humanos no son privilegios que otorgan los gobiernos, sino que se adquieren con el nacimiento y constituyen el cimiento de la dignidad de las personas. La función de los gobiernos debe ser la implementación de políticas que permitan el ejercicio de esos derechos. A los líderes de las organizaciones opositores y miembros de la sociedad civil, los exhorto a superar las diferencias, y a que, juntos, sean los protagonistas que garanticen la realización de la marcha, para de modo simbólico exigir el respeto a las libertades y derechos de los ciudadanos.

Les pido a los cubanos del exilio que planifiquen acciones ese día en apoyo a la actividad del parque Villalón. Convoco a los internautas a que contribuyan en la medida que les sea posible. Invito a los representantes del cuerpo diplomático y los profesionales de la prensa extranjera acreditados en el país, a hacer acto de presencia en el lugar, para que puedan monitorear de modo directo lo que suceda es

Día Internacional de Derechos Humanos

Darsi Ferrer, prisionero de conciencia

Convocatoria a manifestación en Barcelona


BLOG PENULTIMOS DIAS

Muchos ciudadanos cubanos, españoles y de todo el mundo observamos con alarma el aumento de la represión en Cuba.

A la lamentable situación de más de 200 presos de conciencia y la sistemática violación de los derechos humanos en la isla, se suma ahora el regreso de los tristemente célebres ‘mítines de repudio’ contra disidentes y blogueros independientes. Y mientras esto sucede, la política española hacia Cuba ha pospuesto el diálogo con la sociedad civil y la defensa de las libertades fundamentales, reduciendo las relaciones con la isla a los vínculos comerciales y oficiales con el gobierno castrista.

Quienes vivimos en sociedades democráticas no podemos dejar de protestar ante estos hechos. Es nuestro deber mostrar un mínimo de solidaridad con las personas que en Cuba han salido valientemente a la calle a defender sus derechos, que son también los nuestros como cubanos, deseosos de un cambio político y un mejor destino para nuestro país.

Por todo ello, bajo el lema CUBA: CAMBIO YA; NO MÁS REPRESIÓN un grupo de exiliados cubanos hemos decidido convocar una manifestación pacífica ante el Consulado cubano en Barcelona (Paseo de Gracia, 34), el próximo sábado 5 de diciembre, a las 12 del día. Esta iniciativa se suma al “Maratón Internacional por los Derecho Humanos en Cuba” que bajo el lema “Por Ellos. Por Todos. Derechos Humanos en Cuba” ha convocado a protestas para ese mismo día en más de 10 ciudades.

El día 5 leeremos también una carta abierta al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidiéndole que apoye las voces disidentes en Cuba y exija al gobierno de Raúl Castro el cumplimiento de los DD HH y los principios democráticos más elementales.

Ilustración: cortesía de Vincenzo Fagnani.

martes, 24 de noviembre de 2009

¿Quién está detrás de Rodney?


Foto y texto: Claudio Fuentes Madan

Tengo en este preciso instante enormes dudas sobre qué perfil deberían tomar mis palabras para narrar y declarar lo sucedido el pasado viernes 20 noviembre de 2009, en la algo ya caliente esquina de 23 y G. Quería recoger periodísticamente a través de mi cámara de video un duelo verbal que suponía y proponía, por sobre todas las cosas, el inicio de una conversación absolutamente pacífica entre dos personas: REINALDO ESCOBAR y el AGENTE RODNEY. El encuentro pretendía aclarar un caso de abuso y violencia ocurrido dos semanas antes- llevado a cabo por agentes de la cada vez más encubierta y subrepticia seguridad del estado- contra Yoani Sánchez, esposa de quien intentó, al menos, un ético encuentro para intercambiar palabras y criterios de variada índole.

Las dudas que acompañan mis palabras vienen también con miedos que intentaré diluir y controlar, con el único deseo de evadir la autocensura que impediría a cualquier lector llevarse la modesta verdad de lo recogido por mis sentidos. Fui un ciudadano más que participó en una actividad que se fue transformando en un extraño festival de trolls. Incluso cuando hayan intentado petrificarme con amenazas disfrazadas de dulces consejos para un futuro de oscuras libertades, advirtiéndome lo joven que estoy para meterme preso, y me han hasta preguntado qué tan dispuesto estoy a esto. Miedos que solo dejarán de ser lastres en la medida en que denuncie toda violación a los derechos más elementales propios y ajenos, para no tener que aguantarle la pata a ninguna vaca, y menos darle de soslayo un tímido y oscuro beso al matarife, ese que forra con sangre su delantal impecable. Y ahora al grano, que siempre estoy a riesgo de aburrir a cualquiera con mis extensos floreos.

Fui arrestado mientras filmaba la detención de Silvio Benítez (quien se mantuvo todo el tiempo al lado de Reinaldo Escobar mientras eran comprimidos por la horda enardecida) ya en los momentos finales de la actividad se me incautó, dentro del auto que me conducía a la unidad policial, la tarjeta de mi cámara de video. Contenía todas las imágenes que había tomado como documento histórico de los hechos, y que todavía hoy, día 22 no ha sido devuelta, violando impunemente el artículo 19 de la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” Parece que no saben que el gobierno de Cuba se dice un portentoso firmante de dicha declaración, por lo que sospecho que, o Raúl Castro no lo ha informado correctamente a sus subalternos para hacer cumplir lo anterior a cabalidad, o nos están aplastando este maravilloso acápite sin misericordia, con total impunidad y cagándose en la noticia. Raro proceder.
Incluyo la notificación verbal por parte del oficial o agente que atendió mi caso: “Tus imágenes serán devueltas”, aunque en los momentos finales se me informó que la memoria estaba extraviada por el momento, me pidió un voto de confianza y dijo que me avisaría telefónicamente para su devolución. Esperaré lo prometido y mi paciencia es, obligatoriamente, insuperable, aunque esté tantas veces teñida con cautos sarcasmos.

En cuanto llegué a la estación policial me aclararon que estaba allí retenido única y exclusivamente para protegerme de la reacción del pueblo enardecido, en franca pugna contra un minoritario grupo de personas que pedían conversar en igualdad de condiciones. Reynaldo Escobar y los pocos amigos que estuvieron con él hasta el final, eran catalogadas por el conjunto de trolls disfrazados de pueblo, como mercenarios, gusanos, contrarrevolucionarios, etc. ¿Qué extraño sector de pueblo es ese, que mezcla un acto de respuesta política con una estruendosa comparsa de guaracheros con farolas, trajes de ocasión y banda de música popular incluida? Comparsa diseñada para aplacar el sonido que debían recoger las cámaras y aparatos de audio, para hacer cuerpo y confundir el sentido del acto con su presencia en el encuadre de las imágenes, tanto de la prensa extranjera como de los periodistas oficiales e independientes que, como objetivo común, tenían todos el deber y el derecho de grabar y recoger los hechos. Tamaña calumnia contra el concepto de pueblo, también contra ese otro grupo que puedo llamar nosotros, los sin comparsa, los que por pensar y expresarse diferente deben estar, momentáneamente, excluidos de toda aceptación y respeto, y que irremediablemente forman parte de ese todo contradictorio que es Cuba.

Eso que los agentes del orden y la policía han decidido llamar PUEBLO, creo, no es una representación total del mismo. Ni creo que el real pueblo cubano tenga tradición de comportase de esa manera. Debo informar que en ningún momento sentí que esa masa estuviera a punto de violentar mi integridad física, aunque sí la de algunas personas que fueron golpeadas, drásticamente empujadas y arrinconadas. Compartí con ellas en la estación policial miradas y apretones de manos ya que nos prohibieron hablar entre nosotros y se les privó de hacer uso de sus teléfonos celulares. Estas medidas prohibitorias, aplicadas sobre “personas protegidas” de una masa un tanto extremista en su conducta, no creo sean orgánicas con relación al trato hosco del que fuimos víctimas en aquella unidad. Es una total lástima que se hayan perdido las imágenes que capturó mi lente, darían muestras de esto a plenitud. Ojalá otras cámaras tengan material que revelen parte de lo acontecido.

Mientras toda la turba rodeaba y casi asfixiaba a Reinaldo Escobar y amigos que se aferraban entre sí para, precariamente, protegerse unos a otros, podíamos ver como parte de la policía nacional revolucionaria, apostada por toda la avenida en pequeños grupos de a dos, tres, cuatro y hasta mayor número, contemplaban la evidente reyerta de agresivos gritos y maneras sin tomar parte. Parecía leerse que las órdenes previas incluían ese hacerse el de la vista gorda con un sector del pueblo del que precisamente se espera, y se le perdonará por parte de las fuerzas represivas, una actitud igualmente represiva, con una total incapacidad para escuchar antes de tomar determinaciones violentas y conformarse un criterio. Ese sector de pueblo que si comete una atrocidad, no será castigado o recriminado, más bien justificado luego como algo que ocurrió: lamentable pero necesario. Como cuando en los años 80 con las salidas migratorias a través del puerto del Mariel, el pueblo azuzado por ya todos saben quien, masacraba con mítines de repudio, huevazos, exclusiones laborales y golpes a quienes decidían marcharse, mientras nuestras fuerzas del orden nunca emitieron una denuncia contra este tipo de acciones ni se les llamó a la cordura y al respeto.

El viernes, como Claudia Cadelo y muchos otros, conocí la ola de terror, lo caro que puede costar la libertad de pensamiento y su orgánica expresión directa. He conocido también que los individuos tienen aunque sea un mínimo poder cuando los amparan justicias naturales, ese poder de no saberse solos, de tener algo que decir y el estar dispuestos a soltarlo por cualquier medio o canal posible. Hoy he reafirmado más que nunca, que toda decisión o idea tiene un altísimo precio y quieras o no, tendrás que pagar en una u otra moneda. La vida siempre nos gana aun cuando en ella se nos contemplen variados éxitos.

La comparsa revolucionaria


El 20 de noviembre regresé devastada a mi casa.
Devastada es la palabra justa.
Cansada, harta, estropeada. Pero más: devastada.
Si antes había tenido una mínima esperanza por un posible cambio venidero, ahora estaba casi convencida de que eso no tendría lugar, al menos en mi futuro inmediato. Entendí de pronto las caras resignadas, los rostros ajados y zombies de la gente en la calle, día tras día.
Las frases gastadas, los lugares comunes, el tono pastel empañado de la ciudad, un tono incoloro, entre ocre y grisáceo. Sucio.
Aprehendí accidentalmente, sin previa elección, todo el Horror que consume a este país.
No asistí al parquecito de 23 y G persiguiendo curiosa la noticia, ni convocada previamente por mi amigo. Fui a apoyarlo con mi presencia cercana, aunque prudente.
Varias personas se esperaban lo que tuvo lugar. No yo.
No podía suponer que una sola persona sería la causa del mayor mitin de repudio que he presenciado hasta hoy: afortunadamente, hasta ese 20 de noviembre, no había presenciado otro. Para mí fue imprevisible. Que se sintieran tan amenazados que tuvieran que preparar toda una parafernalia ridícula y juglaresca para contestar de forma tan grotesca la simple cita que le había propuesto Macho al agresor de Yoani. Por supuesto, nadie esperaba que el susodicho Rodney se presenciara, mucho menos solo. Pero, personalmente, no creo que Rodney signifique otra cosa que agente-de-represión, y eso era lo que se sobraba por todos los alrededores hasta Coppelia, en todas las esquinas. Rodney necesariamente no tiene por qué tener un rostro: basta la camisa a cuadros, la postura imposible de disimular, vergonzosa, y la aureola rancia, como le llamara Claudio, que despiden todos esos Rodneys motorizados y multiplicados cada día, como con molde de barro.
Desde niña supe por fuerza que aquí la palabra revolucionario/a jamás tendría el significado de la Real Academia. En la primaria era imposible que el niño no aprendiese de forma acelerada la necesaria hipocresía de los sobrevivientes. En mis futuros interrogatorios imaginarios le contesto a mi agente asignado que si revolucionarios se hacen llamar esos bestias que vi dando golpes y gritos de histeria sin ninguna convicción y (¡por-el-amor-de-dios!) ningún tipo de espontaneidad, muy por el contrario, en un acto a todas luces preparado, planificado y ensayado, en una burda puesta en escena sin un solo matiz de novedad: las más trilladas consignas de los ochenta, frases más huecas que los baches de la Calzada de 10 de Octubre llegando a la Víbora, aunque sin tanta textura ni relieve; contra una sola persona, insignificante se diría en medio de tanta jungla bochornosa; yo sería lo opuesto, de forma totalmente radical, a aquellas personas. Si ésos son los llamados revolucionarios, si es esa la ira del pueblo (y, again, ¡por-el-amor-de-dios!) entonces, ¡qué pueblo éste, sin moral, sin conciencia de ningún tipo, ni política, ni social ni ciudadana!
Si la repetidísima frase martiana —bueno, en realidad la original acuñada por Martí es “Ser cultos para ser libres”, ojo con la estructura inicial; impuesta incluso en los televisores chinos que casi cada hogar cubano posee—: Ser culto es el único modo de ser libre, o su versión acaballada más conocida popularmente en los horribles graffitis oficialistas (porque quien repita como máquina que en Cuba no hay propaganda sólo tiene que tomar cualquier tipo de transporte y observar cada letrero apabullante, y si le quedan alguna fuerza de espíritu después, encender la televisión en cualquiera de sus cinco monótonos canales): Sin cultura no hay libertad posible; si dicha frasecita pretenciosa fuera tomada al pie de la letra, el pueblo cubano, por supuesto, estaría condenado a vivir sin libertad, y —por tanto, invirtiendo acertadamente esta inútil sentencia— sin cultura por los siglos de los siglos… y amén. No hay, no existe una sola cosa entonces que me identifique con este pueblo ignorante y condenadamente estúpido. No tengo en mis venas ni un ápice de eso que han dado por llamar cubanía. Y si Macho, generacionalmente, creyese aún en la legendaria rebeldía e insumisión propias del cubano —cosa esta que a mí particularmente no me dice nada; estos conceptos han dejado de tener cualquier tipo de valor que si acaso antes tuvieron—, tendría que contarse entre los pocos de una muy escasa especie a punto de extinción. La cara avejentada, el pelo canoso y la expresión delirante del sujeto alto y predominante que se me avalanchó con un muy desfasado viva fidel repetido ad infinitum, mirándome directamente a los ojos como para un estudio de perfil sicológico, aunque tan desubicado, son cosas que no podría borrar ni con el mejor terapista sicoanalítico que estuviera dispuesto a ayudarme. Esa ira tan forzada y lúgubre, ese mar de gentes inconscientes y despersonalizadas: totalmente deshumanizadas, convertidas en un coro circense, sin eco ni resonancia, de comparsa funeraria; esa masa insípida y horrorosa. Nada de eso lo podría borrar de mi cabeza la mejor terapia del mundo, como no consigo borrar de mi televisor Panda esa frase idiota del político, ya no poeta, Martí.
Quinientos sujetos grises contra un ciudadano fuera de lugar, porque el lugar de las personas como Macho cierta y decididamente no es esa calle de fidel, que los frikis, ilusos, creyeron suya, por cierto, hasta que los vecinos protestaron y la iluminaron a modo de control, y que el movimiento “pacifista y vanguardista” de los ochenta tomara en su momento, y finalmente (hasta ahora, 14 días después de la anunciada cita con antelación) ese fatal 6 de noviembre, día de la brutal y disparatada golpiza a Yoani y Orlando, por Rodneys de civil, tuviera lugar una discreta marcha de jóvenes-por-la-no-violencia. Esa calle no puede ser mi lugar tampoco. Esa calle no va a dejar de hacerme sentir nunca este asco inmenso. Un asco abismal sin nombre. Por mi condición de cubana, por ese pueblo, ignominioso, sin decisiones propias, sin ideas propias, sin voz ni voto del que me niego a formar parte bajo ningún concepto. Quienes recuerden el personaje de Jack Nicholson en Batman, ese bufón villano, y su deliciosa actuación, podrán hacerse la idea del tipo de comparsa que armaron en dicha calle del Vedado. Aunque si el carnaval opulento de Nicholson repartía dinero y regalos, esta conga insípida por su parte propinaba únicamente golpes, empujones, gritos desmesurados de voces gripadas por la pandemia que carga y una visión tétrica de la ciudad a finales del 2009: esa ira del pueblo que empezaba a la señal prevista y poco a poco se iba convirtiendo en esa cosa atroz inenarrable. Presenciarla era más que suficiente para shockear al más fuerte de estómago, al que como yo no se lo esperase de antemano.
Quienes leyeron 1984 de Orwell o vieron la película se harán la idea precisa de lo que intento describir. Pueden formarse una imagen perfecta y asquerosa de lo que pasó.
Incluso ahorrándose esas escenas grabadas subidas al Youtube por los más valientes, los que sacaron fotos y videos y luego fueron apresados e interrogados por la policía, la que se autoproclamara salvadora de estos muchachos confundidos, nerviosos y manipulados como Claudio, Toni, Silvio, Fran, Manuel, Eugenio, unas muchachas “arrestadísimas” que Claudia nombra en su post titulado “El Terror”… de la implacable ira del pueblo cubano, amenazas e intimidaciones directas incluidas.
Celebro con Macho la por él quizás prevista conclusión: el desparpajante último recurso de la fuerza represora, pero insisto en que muy particularmente preferiría en lo más hondo habérmela ahorrado, aún sin que me hubiese tocado tan de cerca: he perdido la tranquilidad, la serenidad y la tolerancia, me han sido extirpados.
Me siento afortunada de no haber sido arrollada por esa comparsa revolucionaria.
Pero me sentiría más afortunada aún si hubiera estado (si estuviera) lejos, muy lejos, de la comparsa revolucionaria que nos rodea, y que no es agua.
Sólo quisiera poder ser tan optimista como mis amigos y pensar que su tiempo está contado.

Lia Villares
La Habana

lunes, 23 de noviembre de 2009

Los Orwell cubanos

Ana Paula Ordorica
Periódico Excélsior
www.excelsior.com.mx


Una cláusula de “peligrosidad” ha permitido a Raúl Castro ser igual o más implacable que su hermano Fidel.

Ya lleva Raúl Castro tres años al frente del gobierno cubano. Junto con su hermano Fidel, que ha permanecido como figura influyente gracias a sus constantes Reflexiones publicadas en Granma, los dos hermanos han logrado que la isla permanezca en pie como la única dictadura en América Latina.

Presidentes de otros países van y vienen y ahí siguen los Castro.

Dictaduras caen desde Chile hasta Hungría, y los Castro permanecen.

Los Castro pueden incluso ser testigos de la conmemoración de los 20 años de la caída del Muro de Berlín bien instalados, uno en la silla del poder; el otro en el de la influencia casi total.

Pueden también ver que pasan las décadas conmemorándose la Carta Internacional de Derechos Humanos sin que en Cuba se respeten hasta los más elementales de éstos.

Así lo documenta el último informe de Human Rights Watch: Un nuevo Castro, la misma Cuba, en el que, por ejemplo, una cláusula de “peligrosidad” ha permitido a Raúl ser igual o más implacable que su hermano Fidel.

Esta disposición sobre “peligrosidad” del Código Penal define como “peligrosa” a cualquier conducta contraria a las normas socialistas de Cuba. Esto permite a las autoridades encarcelar a las personas antes de que hayan cometido un delito cuando existan sospechas de que pueden cometerlo en el futuro.

Ese ha sido el caso de Ramón Velásquez Toranzo, quien inició una caminata pacífica a través de Cuba para exigir el respeto de los derechos humanos y la liberación de todos los presos políticos y acabó condenado a tres años de cárcel.

También ha sido la historia de Raymundo Perdigón Brito, un periodista que escribía artículos en los cuales documentaba los abusos del gobierno y los publicaba en sitios web extranjeros.

Perdigón fue condenado a cuatro años de prisión por “peligrosidad”, en diciembre de 2006. Ha recibido reiteradas golpizas por parte de los guardias y ha sido sometido a reclusión en régimen de aislamiento.

Lo increíble es que en este régimen orwelliano en el que los hermanos Castro parecen observar todo y a todos todo el tiempo, una mujer y una computadora han logrado abrir una beta en la dictadura.

Yoani Sánchez, periodista de 34 años, a través de su blog (www.desdecuba.com/generaciony) ha logrado establecer un diálogo con nada más y nada menos que Barack Obama.

Yoani le envió vía blog unas preguntas a Obama sobre la política exterior de EU hacia Cuba. Las respuestas de Barack llegan justo cuando se está discutiendo en el gobierno estadunidense qué hacer con Cuba.

Una muestra más (ya vimos los SMS en la Revolución Naranja de Ucrania y el papel de Twitter en la Revolución Verde iraní) del poder de internet y de las redes sociales como instrumento demasiado difícil de controlar… hasta por el más férreo dictador.

¿Podrá esta mujer hacer algo por las libertades de Cuba? ¿Será su computadora una herramienta más eficaz que las más de cuatro décadas de embargo estadunidense? ¿O veremos la suerte de Yoani dictada por la disposición de peligrosidad que tiene a tantos encarcelados en la isla?

sábado, 21 de noviembre de 2009

Hay que dejar de poner la otra mejilla






Reinaldo Escobar ha sido golpeado en La Habana por una turba de facinerosos. Pin pon fuera. Esta calle es. Pa´ lo que sea. Conga. Cornetas. Rumba. Gente arrollando. Es la banda sonora de una obra barata. La teatralidad castrista mostrando su fuerza decadente. Una puesta en escena que sería torpe e insignificante, de no ser por la violencia en la forma y el contenido.

La violencia del estado manifiesta a través de la bravuconada y el pandillerismo. Ejercida de forma brutal contra un hombre pacífico, aislado e indefenso. Gritería. Puñetazos. Tumulto. Ofensas. Complicidad. Escupitajos. Cooperación. Empujones. Secuestro expreso. Liberación sin poder reclamar recompensa.

Son varias las lecturas de este ominoso suceso, que sólo viene a demostrar que el régimen dictatorial e ilegítimo de La Habana está temblando de miedo, porque se siente cada vez más acorralado. Señalemos algunas:

. La fuerza que está tomando la gente joven en el movimiento opositor- aunque Reinaldo no sea un jovenzuelo ni mucho menos, sí lo son su esposa Yoani y los blogueros que se solidarizan con él-, que tradicionalmente tuvo poca participación de la juventud cubana.

. La dictadura militar que desgobierna el país no sabe cómo lidiar con las nuevas formas de oposición, que van desde los blogs hasta los movimientos artísticos alternativos, encabezados por el hip hop y las distintas tendencias de la música urbana.

. La dictadura utiliza viejos mecanismos de represión estalinista y fascista- hordas amorales, incitadas a convertirse en victimarios, a cambio de mínimas prebendas que ni siquiera alcanzan para comprar la libra de chícharos a 3.50-, contra nuevas tácticas de la oposición, como reflejo de la inevitable confrontación entre un estado autocrático canceroso y una sociedad civil desorganizada pero vital.

. La lucha de los pueblos por la libertad y la democracia en regímenes totalitarios, nunca es un fenómeno de masas. Todo lo contrario. Siempre pasa por la dignidad y el decoro de unos pocos, que cargan sobre sus hombros el decoro de todo un pueblo (nunca Martí ha sido tan ad hoc), para, como dice Yoani, empujar el muro, centímetro a centímetro, de uno en uno, hasta derribarlo. Las masas sólo se incorporarán cuando el triunfo sea inevitable.

Pin. Calle. Sea. Con. Cor. Rum. Gen. Arro. La banda sonora se está apagando. Y el mundo ha sido testigo de cómo un hombre enfrentó al pandillerismo de estado y lo venció. Y es que, con la turba golpeando a Reinaldo, se ha iniciado el proceso de unificación de la oposición en Cuba, sin que los propios opositores y el régimen se den cuenta. Se ha dado, de manera espontánea, la fundación del primer gran foro cívico por la democracia en Cuba: allí, junto a un hombre sesentón, había una jovencísima bloguera, un sacerdote protestante, una dama de blanco, un bloguero fotógrafo y algunos otros, que evitaron que la golpiza fuera más brutal.

Pasado el secuestro, la casa de Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar estaba repleta de amigos de todas las edades y tendencias. Allí estaba el padre Conrado- el cura con más verocos de los últimos años. Pidió: “Perdónalos”. Sin embargo, parece que comienza a ser hora de que el cubano deje de poner la otra mejilla. Es el momento de que Yoani Sánchez desfile por las calles de La Habana junto a Martha Beatriz, Vladimiro Roca, Elizardo Sánchez, Los Aldeanos, Silvito “El Libre”, Pedro Luis Ferrer, Antúnez, Payá, Las Damas de Blanco… Es hora de nuestra revolución de terciopelo, aunque no tengamos a Vlacav Havel ni a Martin Smid, porque no podemos esperar a que la dictadura empiece a asesinar a los Jan Palach en las calles.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Guillermo Descalzi, Lou Dobbs, los indocumentados y los medios de comunicación.


Guillermo Descalzi continúa su cruzada contra la derecha, el centro, los conservadores, los republicanos, los independientes, y todos los que no piensen como él. O sea contra la mayoría de los norteamericanos. Y lo hace con la misma pasión y entrega con la que algunos años atrás, mientras los empleados de América TeVe nos tratábamos de organizar para defendernos de los atropellos de la gerencia- nos robaban las horas extras, nos trataban como freelancers, nos obligaban a firmar tarjeta, a trabajar 10 y 12 horas, no nos daban seguro médico y ni siquiera cotizaban al IRS, violando las leyes laborales de Estados Unidos-, él hacía campaña proselitista a favor de unos empleadores vulgarmente déspotas y despiadados con sus empleados, la mayoría inmigrantes hispanos pobres, algunos de los cuales eran humillados doblemente por la dependencia que tenían de los avales laborales que les daba la gerencia.

Descalzi pretende ahora erigirse en defensor de la inmigración, cuando antes se hizo de la vista gorda ante tales atropellos y se asoció con la discriminación, el racismo y la violencia del poder que se ejercía en el canal 41, América TeVe.

Una vez que, como Judas, recibió sus monedas y fue desechado por el canal de televisión que lo usó para convencer a los empleados que no se organizaran en un sindicato para defender sus derechos, se refugió en las páginas cada vez más indigentes de El Nuevo Herald- prueba contundente de la decadencia de la prensa tradicional-, para desde allí alzar su nueva bandera.

En su artículo “Adiós a Dobbs” (martes 17 de noviembre 2009), Descalzi se pregunta si el periodista “¿se fue o lo fueron?”, cuando eso, al fin y al cabo, es lo menos importante. Lo trascendente es que CNN no quiso seguir sosteniendo la presencia de una voz conservadora en su parrilla. Y eso, en un canal de televisión radicalmente liberal, era un equilibrio necesario.

Según Descalzi, el discurso de Dobbs estaba establecido sobre la base de que “su premisa era simple, que la presencia de tanto indocumentado en el país nos había hecho perder la pureza ciudadana”. Lo primero que debería hacer el peruano es tener honestidad intelectual y despojarse del eufemismo de indocumentado, porque en realidad el uso de este adjetivo no es correcto. Donde Descalzi ve indocumentados hay ilegales. Y lo son desde el momento que entraron al país sin autorización o se quedaron en él sin ésta, violando las leyes, y haciéndose merecedores de ser penados. Y eso es así en todos los países del mundo. Por demás, según la RAE, indocumentado es el “que no lleva consigo documento oficial por el cual pueda identificarse, o que carece de él”. Y la mayoría de los millones de ilegales tienen una licencia de conducir de este país, o documentos oficiales de su país de origen que los identifica. El que no tengan permiso de residencia o ciudadanía de Los Estados Unidos no los hace indocumentados. Y si seguimos la definición, mucho menos es aceptable semejante calificativo: “dicho de una persona: sin arraigo ni respetabilidad. Ignorante, inculto”. Creo que la mayoría de los hispanos debería sentirse ofendida cuando es catalogada de indocumentado.

En cuanto a lo de “pureza ciudadana”, es un término sino inventado al menos interpretado así por Descalzi. Pero siendo honestos, es claro que Dobbs no acepta, no le gusta y le parece dañino culturalmente, para el futuro de la nación, la presencia de hispanos de diferentes orígenes, que llegamos de manera ilegal y exigimos que nos acepten a la fuerza, para disfrutar los beneficios de la nación, pero nos resistimos a asumir el país en el que vivimos-ni siquiera aprendemos la lengua-, creamos bolsones de resistencia cultural bastante parecidos a los guetos, y seguimos considerando primordial al país de origen. Y esto es profundamente palpable en el desprecio hacia la cultura norteamericana de los puertorriqueños, o el fuerte nacionalismo de los cubanos, a quienes nos importa más lo que sucede en el gobierno de La Habana, que lo que ocurre con la política de Miami. Y ni hablar del odio brutal de los mexicanos (si lo duda sólo tiene que presenciar un partido de fútbol soccer entre las selecciones de Estados Unidos y México) hacia todo lo que representa a los gringos (término despectivo que siempre utilizan), ni el de los musulmanes, que primero que nada son eso, musulmanes, y en aras de una religión infame e intolerante-no puede ser de otra manera en una religión para la que el resto del mundo son infieles-, sienten muy poco respeto por los valores de la nación que los cobija. Dobbs puede estar equivocado para muchos, pero no para millones que piensan como él, y es un punto de vista a ser valorado.

Desde mi parecer, en la opinión de Dobbs sí caben las generalizaciones. La presencia de la inmensa mayoría de los ilegales atenta no sólo contra la “pureza ciudadana”, al crear micronaciones antinorteamericanas dentro de la nación americana, sino contra la seguridad de los millones de inmigrantes legales que somos muchísimos más. Y eso hay que decirlo aunque suene políticamente incorrecto.

No cabe la menor duda de que la situación de la inmigración ilegal es un gravísimo problema que el gobierno tendrá que solucionar. Pero no es callando con la censura a un periodista que representa el punto de vista legítimo de muchísimos millones de ciudadanos norteamericanos que, hay que decirlo, tienen el derecho constitucional de expresar lo que piensan y de oponerse a la inmigración ilegal nos guste o no, que lo vamos a lograr. La salida de Dobbs de la CNN empobrece el debate y estaliniza los medios. Y todo por una sencilla razón: esta es norteamérica, el país de los norteamericanos y de los Dobbs- no el de los inmigrantes ilegales. Y ellos son un pueblo generoso, magnánimo y hospitalario, pero no tenemos ningún derecho a robarles una decisión poniéndoles un cuchillo en la garganta. Y la defensa de ese derecho no hace a Dobbs un nazi, como lo ha querido dibujar Descalzi.

Pretender, como hace Descalzi, que el periodismo de Dobbs es partidario, y verlo como un delito, es sencillamente no conocer la prensa del país. Una prensa en su mayoría inclinada hacia el liberalismo más radical del partido demócrata-CNN es un baluarte de eso-, y donde las voces como las de Dobbs aportan equilibrio estemos o no de acuerdo con él.

Por otra parte, criticar a Dobbs y a los que como él hacen un “periodismo provocador que busca las llagas de nuestra sociedad para meter el dedo en ellas para que la gente grite”, no sólo es estúpido, es antiperiodístico. La prensa tiene la obligación ética de provocar, meter el dedo, aunque la gente grite. Sólo así el cuarto poder juega su rol y atenta contra el inmovilismo de la conciencia social. El verdadero periodismo, señor Descalzi, es crítico y provocador. Aunque su labor en los medios es el mejor ejemplo que de eso usted sabe poco o nada.

Busca justificar su diatriba contra Dobbs-es una obsesión para él por la excesiva atención que le prestó- diciendo que “el periodismo estadounidense que yo admiré a mi llegada a este país en 1966 es objetivo en su contenido y balanceado en su presentación, algo que se está perdiendo. Se ha caído en lo que el jefe de CNN caracteriza eufemísticamente como periodismo proselitista o partidario”. Miente descaradamente Descalzi. La prensa norteamericana ya era proselitista cuando él llegó a Estados Unidos-quizás desde sus orígenes, como toda prensa. Sólo basta revisar la posición de algunos comentaristas televisivos durante la guerra de Vietnam o las ediciones del New York Times de la época en que llegó Descalzi para rebatir argumento tan mediocre. El periodismo, señor Descalzi, nunca ha sido ni será objetivo. La pretendida objetividad es una de las más grandes falacias del periodismo tradicional- y una de las causas de la crisis actual, provocada por el surgimiento de la blogosfera-, porque el verdadero periodismo es el de opinión, el crítico, el que mueve pasiones. No se puede emitir una opinión ni hacer una crítica sin tomar partido por determinado punto de vista, y ese siempre, escúchelo bien, siempre será subjetivo-tal y como lo hace usted en su columna, ¿o acaso me va a decir que al opinar sobre Dobbs ha sido imparcial, objetivo y desapasionado?, porque si es así, tendría que decirle, a la manera de mi abuelo gallego, ¡vaya usted a la porra!

La objetividad de un medio periodístico no radica en la línea editorial, ni en buscar el balance individual-lo que no es delito tampoco, pero sí soso y poco interesante la mayoría de las veces-, sino en la pluralidad de opiniones. El periodismo no puede ser analizado desde un fenómeno aislado y monolítico-llámese Dobbs, Limbaugh, Olberman, Rick Sánchez, Barbara Walters, Sean Hannity, O´Reilly, Beck o Wolf Blitzer- , ni desde las singularidades. Los periodistas, como sujeto, siempre serán subjetivos. La subjetividad es la esencia del periodismo. La unión de las subjetividades permite, en su diversidad, encontrar la objetividad. Lo demás no es periodismo, es panfleto, propaganda. Y esa es la razón por la que El Granma no es un periódico, sino un libelo panfletario que emite una opinión única. Y que pudiera ser el ideal de Descalzi de prensa objetiva, aunque en su descargo debo decir que no creo que quiera que CNN llegue a esos extremos.

No es aceptable el purismo de Descalzi, cuando está atacando con ferocidad y virulencia lo que él considera una actitud purista, virulenta y partidista de Dobbs. La inmensa mayoría de los periodistas ejercen el oficio, opinan y critican porque se creen dueños de la verdad-los que no, es porque ejercen el oficio sin verdadera vocación o por narcisismo. La mayoría de los periodistas son apasionados, y por consecuencia, virulentos-en mayor o menor medida-, porque no existen periodistas modestos, y mucho menos los que ejercen el oficio en la televisión. Los hay menos o más aburridos. Menos o más engolados. Menos o más divertidos. Menos o más brutos. Menos o más desagradables. Menos o más empáticos. Menos o más sinceros. Pero nunca, nunca, modestos.

Para la gente de izquierda- aunque Descalzi se disfrazó bastante de derecha cuando pululaba en su infame “Quiéreme Descalzi” en el canal 41-, el periodismo sólo pierde la objetividad cuando se inclina hacia la derecha. Y es por eso que les parece indigno Fox News y excelencia periodística CNN. Pero lo verdaderamente indigno es pretender que Dobbs es un racista porque ataca la inmigración ilegal, y la Casa Blanca no lo es cuando trata de sacar a Fox del equipo periodístico que cubre la presidencia. Es más indigno que la puertorriqueña María Celeste, conductora de un programa de nota roja, que tiene faltas de ortografías al hablar, diga que “Dobbs es un descarado, porque afirmó que le interesa colaborar con Telemundo”.

Además, señor Descalzi, es ofensiva su ceguera. Decir, refiriéndose a CNN, que con “la salida de Dobbs podrá volver a reclamar su sitio entre los vehículos del periodismo respetable”, es algo más que estupidez, es intencionada manipulación “opinionista”, para decirlo con sus palabras. CNN, que, por sólo poner un ejemplo, ha tenido durante años una corresponsalía en Cuba negociada en términos denigrantes, que le impiden reportar la realidad de la isla.

Han sido los medios hispanos- en Univisión y Telemundo le prohíben a sus periodistas decir inmigrantes ilegales-, quienes han inventado el eufemismo de indocumentados, como herramienta para sostenerse en un mercado que depende de los millones de inmigrantes que no hablan inglés. Sobre todo la televisión y la radio, que se sostiene de la masa uniforme, a la que la barrera del idioma no le permite hallar contenidos de mayor dignidad, más allá de las idiotizantes telenovelas. Son los recién llegados y los ilegales los que sostienen a los medios electrónicos hispanos. Y no les conviene una guerra frontal contra estos consumidores. Una verdad de Perogrullo. Negarlo es una hipocresía absoluta.

Yo estoy a favor de los que apoyan el periodismo de opinión. Por eso los blogs y el internet están devorando al periodismo tradicional. A la gente le interesa saber lo que otros piensan y debatir y confrontar las líneas de pensamiento.

Por favor, a todos los que hacen un periodismo subjetivo, hagan su trabajo, y háganlo con crítica, virulencia y metiendo los dedos en la llaga. Eso siempre será movilizador y saludable. Lo demás es una fantochada disfrazada de periodismo serio y objetivo.

Carta Abierta de Ricardo González Alfonso, escritor preso desde la Primavera Negra de Cuba, 2003



La Habana, 15 de noviembre del 2009.

CARTA ABIERTA

Amnistía Internacional ha otorgado la categoría de Prisioneros de Conciencia a 57 presos cubanos. El gobierno de La Habana se niega a reconocerlo. En cambio, desarrolla sistemáticamente una campaña difamatoria en contra de estos cautivos.

Es hora que lo dispuesto por Amnistía Internacional se cumpla; y que aquellos sectores de la opinión pública que aún lo desconocen, sepan que estos prisioneros de conciencia han sido condenados a penas de hasta 28 años de privación de libertad por ejercer pacíficamente lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos; incluso, en varios casos, mediante obra publicada. El grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró que la detención de los 75 era arbitraria (y por tanto tenían que ser liberados) desde junio de 2003.

Para divulgar estas verdades con una acción que convoque a la solidaridad, he decidido mantener una abstinencia de alimentos sólidos desde el 15 de noviembre, Día del Escritor Encarcelado, hasta el 10 de diciembre, aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Por razones obvias no he anunciado esta iniciativa con demasiada anticipación; mas aquellas personas o instituciones radicadas en Cuba o en el extranjero que lo deseen, pueden incorporarse a este ayuno cívico a partir que conozcan del mismo.

En consideración a las características de cada persona o institución pueden participar en este ayuno durante una semana, tres días o 24 horas; pero siempre con las demandas siguientes:

1ro. Que el gobierno cubano reconozca la categoría de prisioneros de conciencia a aquellos cautivos en la Isla que Amnistía Internacional halla clasificado como tales.

2do. Que el gobierno de La Habana libere inmediata e incondicionalmente a todos los prisioneros de conciencia cubanos.

3ro. Que las autoridades cubanas le otorguen los beneficios establecidos en el sistema penitenciario de Cuba, a todos los presos políticos (aunque no sean prisioneros de conciencia).

Agradeciendo anticipadamente el respaldo a estas jornadas por la libertad y la justicia,

Ricardo González Alfonso.

Prisionero de Conciencia del grupo de los 75.

Prisión Combinado del Este,

La Habana, Cuba.

ANEXO I

Este ayuno cívico consiste en ingerir sólo alimentos líquidos; pero lo tornaría en una huelga de hambre (no ingerir ningún tipo de alimentos) si:

1- Las autoridades del penal o cualquier otra me impiden o dificultan tener acceso a los alimentos líquidos para el ayuno, o toman la medida de restringir aún más mis movimientos o cualquier otro acto represivo; porque este ayuno no es una indisciplina, sino una acción cívica en demanda de justicia.

2- En caso de estar obligado a iniciar una huelga de hambre:

a) Si me retiran el agua potable se considerará tortura física. (Existen antecedentes)

b) Si soy alimentado a la fuerza por cualquier vía se considerará tortura física. (También existen antecedentes)

c) Si me prohíben comunicarme telefónicamente con mi familia, se supondrá que las autoridades actúan como se indica en los puntos a y b, de este anexo.

d) Si algunos de mis familiares es hostigado o reprimido, se considerará tortura sicológica en mi contra.

Ricardo González Alfonso.

Prisionero de Conciencia del grupo de los 75.

Prisión Combinado del Este.

La Habana, Cuba.

RICARDO GONZÁLEZ ALFONSO.

LA HABANA, 1950.

Poeta, escritor y periodista. Trabajó como guionista de la televisión cubana.

En esta etapa ganó dos premios y dos menciones nacionales.
Cursó los postgrados en el Centro de Estudios de la Radio y la Televisión y participó en un taller de dramaturgia en la Escuela Internacional de Cine, Televisión y Vídeo en San Antonio de los Baños.
En 1995 se incorporó a la prensa independiente libre del control gubernamental. Trabajó como subdirector de Cuba Press. Desde 1998 es corresponsal de Reporteros Sin Fronteras (RSF). En ese año organiza y dirige la biblioteca especializada en periodismo “Jorge Mañach”, del Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba. En el 2001 funda y preside la “Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling” (V Premio Internacional de Derechos Humanos de la Fundación Hispano Cubana, menciones especiales: Maria Moors Cabot, de la Universidad de Columbia en New York y el Ilaria Alti, en Italia; y el premio anual de el Círculo de Periodistas Cubanos en Miami). En el 2002 funda y dirige la revista De Cuba, (miembro de la red internacional de RSF).
Cuentos, poemas o trabajos periodísticos suyos han sido publicados en Cuba, España, Estados Unidos, Bélgica, Francia, Italia y Puerto Rico.
En enero de 2003, la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Mayab, en México, lo invita a un foro para impartir conferencias. Por estas actividades en el periodismo independiente, desde marzo de ese año cumple una sanción de 20 años de cárcel. Amnistía Internacional lo declaró Prisionero de Conciencia.
En el 2005, González Alfonso estuvo propuesto para el Premio José Couso de Libertad de Prensa, convocado en España por el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia (CPXG), del Club de Prensa de Ferrol y Caixanova. En el 2007 recibió el IX Premio Internacional de Derechos Humanos de la Fundación Hispano Cubana. En el 2008 recibe dos galardones: el Hellman/Hammett Grant que otorga Human Rights Watch, y el 17 Premio de Reporteros Sin Fronteras-Fundación Francia como “Periodista del Año 2008”.
La editorial Hispano Cubana, en España; publicó su libro de poesía Historia Sangrada (2005). La publicación de Hombres sin Rostros (2005 y 2006) en Miami y las editoriales SEPHA, en España; Buchet-Chastel, en Francia; además en una antología por Ediciones Il Foglio, en italiano.
En el 2009 la Editorial Hispano Cubana, en España; publicó su tercer libro en ese género titulado (Con) fines Humanos, escrito en prisión.
Todas las actividades desarrolladas por Ricardo González Alfonso fueron periodísticas. No estaba afiliado a ningún partido político.
Actualmente se encuentra recluido en la prisión Combinado del Este, en la capital cubana.

RESUMEN CLÍNICO ACTUAL.

- Hipertensión arterial.

- Artritis cervical.

- Alergia a la humedad (Migrañas).

- Filtraciones en el hígado.

- Quiste en la garganta.

- Bronquitis crónica.

- Artrosis generalizada.

- Tendencia al Glaucoma.

- Espolones calcáneo.

- Trastornos circulatorios y digestivos.

INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS EN PRISIÓN.

- 13 de enero de 2005.

- 02 de diciembre de 2005.

- 18 de diciembre de 2005.

- 11 de abril de 2007.

Autorizado: Alida de Jesús Viso Bello, esposa de Ricardo González Alfonso.

Actualizado: 15 de noviembre de 2009.

Ricardo González Alfonso, prisionero de conciencia de los 75, condenado a 20 años desde marzo 2003.
Presidente de la Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling, director de la revista DE CUBA.

PRISIÓN CUBANA (Combinado del Este).

Condiciones de la celda.

1- La celda donde habitan tres reclusos tiene 1.80 de ancho por 3.00 metros de largo (aquí se incluye el baño).

2- Existe una humedad extrema, con tres paredes tapiadas (sin ventana), sólo entrada de aire por el frente (barrotes), donde no circula el aire. La Seguridad del Estado no permite ventilación artificial (ventilador).

3- El agua potable no posee la calidad requerida. Generalmente suministran el agua 3 veces al día –sólo por 1 hora); pero en ocasiones puede faltar por 1 o 2 días. Las llaves del agua no tienen grifo y se puede estar votando 1 hora por lo que aumenta la humedad.

4- Abundantes insectos y ratas.

5- Existen compañías para 3 personas y otras para 36.

6- No existen tasas sanitarias y las necesidades fisiológicas se hacen en un hueco en el piso.

7- Los prisioneros de conciencia y políticos están mezclados con los presos comunes de alta peligrosidad.

Alimentación.

La comida es poca, sin condimentar y mal elaborada. Se repiten (de 60 mensuales) entre 45 y 50 es la misma, picadillo de soya (10 % carne y 90% soya). No permiten la entrada de alimentos en conservas (enlatados) a los presos con nacionalidad cubana.

Atención médica.

1- En muchas ocasiones se tardan en brindar asistencia médica a los presos, como también en suministrarle un medicamento de la farmacia de la prisión.

2- En ocasiones La Seguridad del Estado dificulta la entrada de medicamentos que llevamos a nuestro familiar.

El soleador.

1- Posee insectos y ratas, por lo que no tiene las condiciones higiénico-sanitarias. Mi esposo se niega, y toma el sol en el terreno durante 1 hora, una vez por semana. Ha sucedido que las autoridades no lo han sacado durante varios meses.

2- No sacan al sol a la misma vez a los prisioneros de conciencia y políticos, para evitar que se vean.

Llamadas telefónicas.

Los prisioneros nacionales los sacan al área donde esta situado el teléfono para comunicarse con sus familiares por 100 minutos al mes en un horario determinado. No les permiten recibir llamadas.

Correspondencia.

Las correspondencias que reciben o envían los prisioneros a sus familiares, primeramente son leídas por un oficial de la prisión.

Otras.

- Toda la literatura que se le lleva a nuestro familiar preso es revisada minuciosamente por un carcelero. No permiten la entrada de libros, revistas o periódicos editados en el exterior.

- La Seguridad del Estado le orienta a determinados presos comunes a que vigilen y hostiguen a los prisioneros de conciencia y políticos. Posteriormente los reos comunes reciben un beneficio que puede ser una visita familiar o conyugal adicional, otra ración de comida, etc.

Nota.

En general existe una discriminación por origen nacional. Los extranjeros los ubican en la Unidad 2 – 4to.piso Sur. Les permiten efectos electrodomésticos, carnes en conservas; asi como teléfono para hacer y recibir llamadas telefónicas en cualquier horario, etc.

Estas son algunas de las arbitrariedades en las prisiones de cubanas.

Combinado del Este, noviembre 2009.

Carta de la hermana del preso:

Estimada Zoe,

MI nombre es Olga Alonso y soy la hermana de Ricardo González Alfonso, como tú sabes Ricardo esta cumpliendo 20 años en el Combinado del Este, en La Habana.

Lo que te estoy enviando lo recibí el día 15 de noviembre, y quiero que por favor me ayudes a hacer pública esta “Carta Abierta” como es su deseo. Estoy muy preocupada, pues su estado de salud deja mucho que desear y ahora con este ayuno líquido estamos aún mas preocupados.

La única manera de ayudarlo es dándole publicidad a su carta, por favor ayúdame para que todo este sacrificio no sea en vano.

Anticipando mi gratitud queda atentamente,

Olga Alonso

12760 S. W. 64 Terrace

Miami, FL 33183

(305) 386-0837

Por favor, necesitamos que esta información se divulgue y sea enviada a la mayor cantidad posible de Jefes de Estado, gracias.