domingo, 28 de junio de 2009

Los pájaros tirándole a las escopetas


Ahora resulta que El director del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de La Habana, Roger Azcarraeta y el arqueólogo marino Alessandro López, del Comité Científico de la Federación Cubana de Actividades Subacuáticas se escandalizan por el saqueo y vandalismo del que es víctima el patrimonio de Cuba, gracias a lo que llaman “indisciplina social”.
No dudo que la preocupación de estos señores sea legítima, pero si en verdad están preocupados por el patrimonio de la nación deberían apuntar sus críticas hacia el único y legítimo responsable del mayor saqueo de la riqueza de Cuba: Fidel Castro y su corrupta dictadura. Es este régimen, ladrón por antonomasia, el que ha generado toda una estela de corruptelas y ha propiciado el robo, el defalco, el saqueo y el vandalismo como comportamientos sociales endémicos en la vida diaria del cubano a todos los niveles. No en balde la Cuba castrista es la Cuba más amoral de todas las Cubas que han existido. Una Cuba donde sólo vive el que roba. Los demás sobreviven.
Desde la fundación del Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados, en enero de 1959-dirigido por Faustino Pérez, terrorista que ordenó el secuestro del campeón mundial de automovilismo Juan Manuel Fangio-, hasta la actualidad, los tesoros cubanos se han vendido sin misericordia con la complicidad de casas de subastas internacionales como Christie's y Sotheby's. Ese patrimonio está formado por obras de orfebrería, cerámica, muebles, joyas, pinturas, grabados, antigüedades, libros raros, objetos de oro y plata y vajillas.
Según la Fundación Nacional Cubano-Americana Christie's y Sotheby's vendieron durante el llamado período especial 900 obras de arte, pinturas, antigüedades y manuscritos históricos de incalculable valor provenientes del Museo Nacional de Arte y del Archivo Nacional de Cuba, de manera ilegal, abusando del poder que detentan de manera despótica y despojando a los cubanos de gran parte de su herencia cultural.
Son muchos los ladronzuelos que han ayudado al castrismo en su labor de dilapidación: Eusebio Leal, historiador de la Ciudad de La Habana, quien ordenara la venta y exportación de tesoros del Capitolio Nacional y el Palacio Presidencial a Europa. O la difunta presidenta del Consejo Nacional del Patrimono Cultural Marta Arjona, que aprobó la venta ilegal y exportación de objetos decorativos, pinturas, muebles antiguos y documentos históricos del legado napoleónico de Julio Lobo a un museo francés, a través de un corrupto funcionario de la embajada de Francia en Cuba.
En el año 2005, la prensa destacó la demanda que interpuso la familia azucarera cubana Fanjul contra los Departamentos de Estado y del Tesoro norteamericanos, acusándolos de violar el Capítulo 4 de la Ley Helms-Burton, después de descubrir que el valioso cuadro del pintor impresionista español Joaquín Sorolla, titulado “Puerto de Málaga”, desde 1936 propiedad de la familia, acababa de ser subastado por la filial de Sotheby's de Nueva York.
La Cuban National Heritage ha fundamentado los siguientes hechos relacionados con el robo del patrimonio nacional:
* Desde 1959 miles de artefactos artísticos del patrimonio cubano, la mayoría de residencias privadas de familias que tuvieron que irse del país, y sus pertenencias, fueron robadas por los dirigentes castristas y conservadas en sus propias casas.
* Entre los años 60’s y70’s unos $30 millones en libros, la mayoría de bibliotecas, fueron vendidos a través de Berlín Oriental, y también a intermediarios de Buenos Aires, Ciudad México, Madrid, Barcelona. En Toronto y Montreal se efectuaron muchas subastas de muebles, pinturas, joyería de palacios de La Habana y de otras ciudades de la Isla.
* En mayo de 1994 en la Casa delle Aste, el Instituto Italiano Realizze subastó 700 lotes que fueron descritos como artículos de decoración de “residencias diplomáticas”, que no eran más que residencias privadas de familias cubanas. Un total de 138 pinturas fueron valuadas en unos $8 millones, cuya exportación fue autorizada por el ministerio de Cultura.
* Con frecuencia objetos de arte para la venta fueron llevados a Barcelona para suministrarlos a los intermediarios activos en la “Costa Brava”. Por cierto, en Barcelona tiene una agencia de viajes y una galería Javier Leal, el hijo de Eusebio Leal. ¿Coincidencia? ¿Con qué capital puso estos negocios?
* El régimen autorizó a la Galería Las Acacias de La Habana, a aceptar obras de arte y antigüedades a consignación para venderlas al exterior. Una vez formalizada la compraventa el propietario recibía el 70% y el gobierno el 30%, con el agravante de que el gobierno se reservaba los dólares y entregaba el dinero a los cubanos en pesos al cambio oficial.
Según afirman algunas fuentes, el dictador hace alarde de generosidad al regalarle a sus amigotes extranjeros parte del patrimonio nacional. Entre los beneficiados se menciona a Danielle Mitterand (recibió una vajilla de Sévres, usada en cenas de gala en el Palacio Presidencial), el escritor Gabriel García Márquez, el millonario norteamericano David Rockefeller (se les regaló cuadros de pintores como Wifredo Lam, Víctor Manuel y Amelia Peláez), el ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (artefactos taínos y siboneyes que él mismo seleccionó en el Centro Nacional de Arqueología), y el futbolista Diego Armando Maradona, que recibió una colección de relojes de pulsera de platino incautada a la familia Gómez-Mena.
No se terminará el saqueo al patrimonio nacional cubano, mientras los pájaros le sigan tirando a las escopetas; mientras los que desgobiernan la isla continúen ejerciendo su verdadero oficio: saqueadores.