viernes, 30 de octubre de 2009

Fábulas


1. La Morsa

La morsa española llega a la calidez del circo isleño convencida de que para complacer al payaso que ejerce de dueño contra la voluntad de casi todos, debe reírle las gracias. Debe hacer malabares con su lógica. Una lógica tan burda como paralizante, porque no da margen para los matices: los cinco cirqueros espías son alquimistas héroes que quisieron convertir el oro en mierda. Los disidentes presos en las mazmorras del payaso, que luchan para que los espectadores puedan elegir quién maneja el circo y decidir qué espectáculo quieren ver, son mercenarios del circo imperial.

La morsa acepta entonces el reto. No se reúne con los espectadores que se niegan a seguir contemplando el mismo espectáculo que hace medio siglo. Negocia. Recibe a las mujeres de los cirqueros espías. Negocia. Ignora a las mujeres vestidas de blanco que son esposas de los disidentes presos. Mujeres a las que el parlamento del gran circo europeo en el que habita la morsa les dio un premio por negarse a celebrarle las payasadas a un payaso que nunca ha sido gracioso. Negocia. Le regalan un disidente preso.

La morsa cree que deben permitir que las esposas visiten a los cirqueros espías en las mazmorras del circo imperial. Pero el payaso del circo no deja que los espectadores que viven exiliados en el imperio visiten libremente a los espectadores -familiares en su circo natal, y decide quién puede entrar y quién no. Y es que la morsa acepta la lógica del payaso: haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago.

Dios los cría, y ellos se juntan


Desde que el rap, el hip hop y su hermano bastardo el regaeton, tomaron por asalto el panorama de la música popular, la figura del verdadero cantante parece destinada no a desaparecer, pero sí al menos a no ser significativa.

Esta decadente realidad le ha abierto el espacio a algunos retardados mentales y los ha colocado como ídolos de barro de masas idiotizadas por la mediocridad y esa idea que flota, que jamás profundiza, ni va a fondo de nada ni trata de expresar nada complejo ni de explicar nada. Esa idea que navega por la inmensa red cibernética en un tex messenger o en un twiter ahogada en vacío, y que algunos riman de manera altisonante, para desgañitarla sobre un escenario disfrazándola de canciones, de cultura popular. Disfrazándola para ocultar lo que realmente es: una subcultura que no está destinada a la trascendencia, una subcultura bastante perecedera, que a pesar de su estruendoso alboroto no llega ni siquiera a ser contracultura.

En medio de ese fenómeno está inmerso un personaje bastante idiota, llamado René Pérez, que va por el mundo usando el disfraz de “Residente” en la Calle 13. René demostró en la reciente entrega de los premios MTV-una dramática exaltación de la mala calidad de la música de hoy día-, que ni siquiera puede hilvanar coherentemente dos frases seguidas, que posee un español muy pobre y es dueño de una gestualidad lastimosamente minusválida. Minusvalía que es un reflejo de su condición cerebral.

Otro personaje no menos idiota es el venezolano Hugo Chávez, que ha anunciado que va a cantar con Calle 13. Este demagogo charlatán se ha tomado en serio el que Residente lo haya nominado para mejor cantante Pop del año.

Esto sólo sería un risible y desatinado momento folclórico, sino fuera por el daño que hacen a los pueblos estos imbéciles, que usan el vacío creado por la pereza, la vacuidad, la irreflexión, el pandillerismo nacionalista y el antiamericanismo tercermundista en que viven sumidos la mayoría de los países latinoamericanos.

René-Residente- y Hugo-Impertinente- estarán juntos-hagan dúo o no- en el escenario de Caracas este sábado, y desafinarán como perros leprosos en un caluroso desierto, porque además de la afinidad ideológica los une la incapacidad para cantar. Incapacidad que los hace martillarnos los tímpanos con aullidos. Sólo le pido a Dios- ¿tal vez debería pedírselo a Juanes que juega en el mismo equipo?- que ni Hugo intente rapear ni René intente cantar Alma llanera.

Nada, Dios los cría, y los idiotas se juntan.

Muy fuerte y dinámico y maravilloso


Barrio Habanero. Foto: Mayte Valiente


Hospital Emergencias de La Habana, Cuba. Foto: Mayte Valiente


Muy fuerte y dinámico y maravilloso está el caballo, dice el nuevo proverbio con aires de sabiduría médica china, que ha echado a volar desde La Habana Margaret Chan. Muy fuerte y dinámico y maravilloso. Categorizó la directora de la Organización Mundial de la Salud. La sentencia explotó en todos los periódicos del mundo como santa palabra que busca legitimar lo imposible. Que busca que los devotos del odio, la miseria, la decadencia y la mala sangre desaten la celebración como jaurías cobijadas por ideólogos malditos. Muy fuerte y dinámico y maravilloso. Colgó como gargajo en el rostro del mundo esa fea y mentirosa vieja china. Como enaltecimiento inadmisible desde la medicina. Como honra absurda desde la física. Un caballo de 83 años jamás volverá a ser dinámico, porque Newton lo aplasta con la inercia. Lo debilita quitándole la fuerza del poder. Lo aniquila quitándole la capacidad de accionar y reaccionar. El caballo está muerto, oliendo a tasajo. Y es que si no fuera así, otro caballo relincharía.

La vieja china y el caballo mordisquearon a la gripe, a los discapacitados y al cambio climático. Mientras las calles de la isla se pudren de aguas negras y basura podrida, las cucarachas caminan por las paredes de los hospitales y los inválidos no tienen sillas de ruedas, ni rampas para subir aceras, ni ómnibus acondicionados, ni medicamentos. La vieja china y el caballo se enamoraron por dos horas con palabras de viejos babosos. El tremendo blablabla baladí de la china. El blablabla del caballo y su compromiso con la sanidad en un país insano. El tremendo blablabla anodino de la china. El blablabla del caballo y su compromiso con la salud en un país pestífero, enfermizo y pernicioso.

El caballo ve cómo la vieja china se aleja. Entonces regresa a podrirse en la soledad del poder detrás del trono, derrumbado en un sillón y maldiciendo a ese hijo de puta de Newton y sus leyes ineludibles, sabiendo que no puede ser ni fuerte ni dinámico ni maravilloso.

lunes, 26 de octubre de 2009

Develado el secreto de Juanita Castro


Tal y como dijimos, el gran secreto de Juanita Castro era un viejo rumor, sólo que ahora está confirmado. No creo que si este es el gran secreto, la hermana de los Castro aporte nada nuevo con su libro. Ni que hable de todos los mitos y verdades ocultos tras los oscuros telones de su historia familiar. De todas maneras, con su confesión, el rumor se convierte en certeza, y habrá que leerse el libro para tener de primera mano otra versión de la historia de la dinastía que durante tanto tiempo ha subyugado a los cubanos, y que amenaza con seguirlo haciendo por un buen tiempo más.

Habrá que esperar a la caída de la dictadura para conocer la verdadera historia secreta de la familia Castro, aun cuando algunos de los principales actores están muertos, y tal vez muchos otros mueran en los próximos años sin el menor interés de contar la verdad.

domingo, 25 de octubre de 2009

El Secreto de Juanita Castro


Muchas cosas se especulan sobre el secreto que la hermana de los Castro va a revelar hoy. Unos dicen que dirá que fue agente de la CIA-un rumor de hace mucho tiempo-, otros que se revelará el fusilamiento de un hijo bastardo de Angelita, la hermana mayor, que fue la causa que provocó la depresión e infarto de la vieja Lina Ruz-esta historia la escuché muchas veces de boca de mi padre, pero con la versión de que "El niño" era hijo de Juanita, y el ex preso político Nilo Jerez también da esta versión. Son muchos los secretos ocultos al interior de la familia Castro. Desde el origen sefardita, hasta el supuesto homosexualismo de Raúl, pasando por la implicación directa de Fidel y Raúl en el asesinato de Camilo Cienfuegos, el hecho de que Fidel y Ramón son hijos de Fidel Pino, un canario íntimo amigo de Ángel Castro-en verdad estos dos hermanos son muy parecidos-, y que Raúl Castro es hijo del sargento conocido como "El chino" Mirabal-según unos- o del capitán Narciso Campos Postigo-según otros-,ambos amantes de Lina Ruz, y salvados de la muerte por el propio Raúl.

Muchos son los secretos, mitos y verdades que rodean a la conflictiva y siniestra familia Castro, y quién sabe con cuál de ellos se nos bajará Juanita hoy. Pero hay dos cosas de las que sí estoy convencido: que su libro no cuenta la verdadera historia de su familia, y que si Raúl Castro no es hijo de Ángel Castro, entonces Juanita tampoco, porque coño, cómo se parecen los dos.

jueves, 1 de octubre de 2009