Y ESE OJO TIESO que se deslumbra
como tigre que muerde bendiciones.
Lagrimada entonces la soledad,
el hilo de la sal relincha,
la sangre y su concierto,
sus perros de la vida y sus letanías de silencio.
Y ese ojo tieso que se lame
como pistoletazo que cae sobre el aplauso.
Música entonces el viaje
la pérdida del cielo promete,
el cordero y su epifanía,
las banderas de la noche
y sus ogros de la muerte.
Y ese ojo tieso entre nasas y redes
pintado de bermellón palpa sus voces.
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