Leyes a Capricho
Laritza Diversent
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Llegar a las puertas de la Asamblea Nacional con una propuesta legislativa es una hazaña prácticamente irrealizable, a la luz de la legislación vigente en Cuba. Para la descendencia de los hermanos Castro, es cuestión de capricho.
Desde hace 2 años la hija de Raúl Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Mariela Castro, promueve una serie de iniciativas legislativas. Sus empeños son parte de la campaña contra la homofobia.
A principios de este año declaró que una de sus propuestas es un decreto-ley sobre identidad de género, para permitir que los transexuales puedan oficializar cambios de sexo, sin necesidad de someterse a cirugía. La Asamblea Nacional aprueba leyes. Los decretos-leyes son adoptados por el Consejo de Estado.
No hay duda de que utilizará la relación de parentesco que la une al presidente de este órgano, para lograr sus objetivos. Posibilidad que no tienen otros actores sociales ¿A eso le llaman igualdad social, política y jurídica?
Para nadie es un secreto que Mariela Castro tiene la posibilidad de hacer propuestas legislativas, por ser la hija de su papá. Recordemos la iniciativa presentada al Parlamento cubano en 2002 por Osvaldo Payá y que fue rechazada.
Castro también trabaja en la presentación de un anteproyecto de ley a la Asamblea Nacional del Poder Popular. La iniciativa legislativa tiene la intención de modificar el vigente Código de Familia, permitiendo la legalización de las uniones entre homosexuales.
Legalmente, sus propósitos no tienen fundamento. El Cenesex, que ella dirige, no es una organización de masas, ni social. No es, por tanto, uno de los sujetos reconocidos por la Constitución de la República para proponer leyes al Parlamento.
Los homosexuales cubanos no están organizados en asociaciones con reconocimiento estatal, lo que significa que no tienen la posibilidad de tener representatividad en el Parlamento, y por tanto, de participar en la vida política de la nación.
Es evidente que sin la intervención de la hija de Castro, las altas esferas del poder jamás se hubiesen interesado por tocar el tema de los derechos de este grupo. ¡Si es que realmente existe un interés!
La revista española Interviú publicó un especial sobre la represión contra los homosexuales en la Isla, titulado La Revolución es para machos. La publicación denuncia el encarcelamiento de 700 homosexuales sin haber cometido delito. Al parecer, la situación de estas personas no es asunto del Cenesex, que está empeñado, en estos momentos en el despliegue de una campaña denominada ‘Gayfriendly’, por la tolerancia homosexual.
La situación obliga preguntar: ¿Qué garantías tienen los LGTB, como grupo social, para ejercer sus derechos, si el resto de las prerrogativas humanas reconocidas en el sistema jurídico, son seriamente violentadas? La ley no es una cuestión de capricho. La homofobia no se elimina con fórmulas legislativas.
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