martes, 23 de febrero de 2010

El Circo Latinoamericano de Cancún, se Convirtió en un Desfile de Ladrones, Asesinos y Cómplices




Por Raúl Dopico

La organización de esta O.E.A sin Estados Unidos ni Canadá no es otra cosa que una más de las imbecilidades de este continente lleno de analfabetas funcionales que usurpan las primeras magistraturas de sus países: Hugo Chávez, Raúl Castro, Evo Morales, Daniel Ortega, Rafael Correa o Lula Da Silva son sólo una pléyade de dictadores de perfil facistoide, con las manos machadas de sangre por hecho o por confabulación.

Lo que nadie entiende es por qué estos enurgúmenos ladrones y despilfarradores de la riqueza de sus países son capaces de arrastrar a presidentes con verdadera vocación democrática a estas aberrantes cumbres que no conducen a nada, no aportan absolutamente nada, ni contribuyen en algo a aliviar las desigualdades sociales de un continente, que ha vivido dos siglos culpando a Los Estados Unidos de sus ineptitudes y vocación caudillesca. Porque digámoslo alto y claro: desde Benito Juáarez a Simón Bolívar, los grandes próceres elevados a los altares de la adoración pagana, no han sido otra cosas que dictadores de espíritu y de hechos, que han trasmitido a sus hijos putativos y dignos herederos sus mismas ambiciones disfrazadas bajo utopías idiotizantes como la dichosa unión de todos los latinoamericanos.

Basta de querer unirnos. La relaciones se deben mantener en el estrecho marco de las colaboraciones económicas, si es que las quieren llevar a cabo. En nada se parece un venezolano a un colombiano, dejemos las hiopocresías a un lado: se odian. En nada se parece un mexicano a un cubano: se odian,-y no de ahora, desde siempre, desde que los mexicanos se quisieron anexar Cuba. En nada se parece un peruano a un boliviano: se odian. En nada se parece un chileno a un ecuatoriano: se odian. En nada se parece un argentino a un brasilero: se odian-aquí el componente racial es grave. En nada se parece nadie a nadie. Cómo pedir unidad en una cumbre convocada en México-el presidente Calderón ha sido el principal perdedor de esta cumbre-, uno de los países más corruptos y racistas que hay en este continente-con sus indios, con los indios de Guatemala, con cuanto centroamericano pasa por sus tierras- y asociado a cuanta causa injusta ha habido en el pasado siglo XX y en éste, refugiado en el principio de la no intervención en asuntos extranjeros-la complicidad con los Castro es sólo una de ellas.

Esta nueva organización está destinada al fracaso. Como cualquier organización o país de este desgraciado continente que busque dejar fuera de su órbita a Estados Unidos. El ejemplo de Cuba parece no ser suficiente. Cincuenta años lejos del Imperio para lo único que han servido es para llevar al pueblo de Cuba a la miseria moral, ética y material.

Dos cosas podrían beneficiar a Estados Unidos, si Obama tuviera agallas-que ya sabemos que no las tiene-, de todo esto:
1. es el momento para que el gobierno de Estados Unidos aproveche la circunstancia y se salga de la O.E.A y dedique los cientos de millones que invierte en esa organización a mejorar la economía del país. Y al mismo tiempo retire la millonaria ayuda económica que le da a muchos de los países que se se están aliando con las fuerzas más retrógradas de este continente.

2. si países como Cuba rechazan a Estados Unidos, si países como Venezuela se declaran abiertamente enemigos de Estados Unidos, pues es el momento de asumir esa amenaza. Ahora menos que nunca, el gobierno de Estados Unidos puede exhibir mano blanda con ellos. El embargo a Cuba debe mantenerse mientras esa dictadura exista. Y de igual manera, el gobierno de Obama debería declarar un embargo comercial con Venezuela. Y cerrar sus fronteras a toda la imigración que viene de países enemigos: Cuba, Venezuela, México, Nicaragua, Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil y cuanto país se declarae enemigo de Estados Unidos. Si quieren estar solos, pues adelante, que estén solos.

No cabe la menor duda, Estados Unidos saldrá ganando. Parafraseando a Uribe: sean varones, y aguántense, partida de ladrones, asesinos y cómplices. Aunque desafortunadamente, esto sólo es uno más de esos tantos acuerdos y paripés sin importancia.

No hay comentarios: