El caricaturista que representó a Mahoma con una bomba en el turbante, fue víctima de un intento de asesinato. Qué raro, me parecía que ya se habían demorado en intentarlo estos asesinos musulmanes. Y después dicen que son buenos, amantes de Dios, religiosos tolerantes. A la horca, sin juicio, deberían condenar a estas bestias sin escrúpulos, que no están preparados para vivir en mundo que no sea el del salvajismo de ellos.
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