domingo, 21 de marzo de 2010

Fariñas asegura que gobierno cubano le pidió abandonar huelga hambre


El disidente cubano Guillermo Fariñas aseguró haber recibido hoy en el hospital la visita de un alto funcionario de la isla para expresarle la preocupación de las autoridades por su estado de salud y pedirle que abandone su huelga de hambre y sed, de la que se cumplen ya 26 días.

En entrevista telefónica con la agencia DPA, Fariñas dijo que conversó durante una hora con un mayor de la Seguridad del Estado, el primer representante del gobierno del Presidente Raúl Castro que lo visitó desde que inició su ayuno.

"Vino a plantearme a nombre del mando -no sé si será el provincial, si será el nacional, se refirió con esos términos- que bueno, que estaba muy delicado de salud, que temían por mi salud, que pensara mejor las cosas", afirmó desde el hospital en el que está ingresado desde hace más de una semana en Santa Clara, en el centro de Cuba.

"Fue una conversación en términos bastante profesionales de ambas partes. Y bueno, finalmente terminamos conversando de béisbol", añadió el psicólogo de 48 años, participante en la red de los llamados "periodistas independientes", que publican artículos críticos sobre el gobierno cubano, principalmente en Internet.

Fariñas se niega a ingerir alimentos y tomar líquidos desde el 24 de febrero, un día después de la muerte en huelga de hambre del opositor preso Orlando Zapata Tamayo. Con su acción, protesta por el fallecimiento de éste último, que según dice se produjo "por mal manejo de las autoridades", y exige la excarcelación de 26 disidentes con problemas de salud.

Según Fariñas, durante la conversación en el hospital le dejó claro al funcionario cubano que seguirá con su huelga de hambre y sed hasta que se cumpla su exigencia.

"Le contesté que seguía en la misma posición; que yo no les estaba pidiendo nada del otro mundo. Incluso le dije que mi posición era más condescendiente que la de la Unión Europea, que está pidiendo la liberación de todos los presos políticos, y yo estoy pidiendo la liberación de los 26 más enfermos", indicó, mostrándose no obstante "pesimista" acerca de que pueda imponerse con su reivindicación.

"Soy pesimista por esa parte, porque el gobierno cubano siempre se ha caracterizado por la irracionalidad política. Precisamente por eso creo que se ha mantenido en el poder, porque se ha proyectado siempre de manera irracional. Hace lo inesperado. No obstante nosotros continuaremos en nuestro batallar, en la huelga de hambre y de sed", dijo.

Según Fariñas, su estado de salud es "estable, dentro de la gravedad", sufre dolores de cabeza fuertes cuando lo incorporan para pesarlo o se sienta en la cama, y ha perdido ya 15 kilogramos de peso desde que inició su huelga de hambre.

"Los médicos han logrado rebasar varias etapas críticas como por ejemplo la parálisis renal, que duró 36 horas, y ya todos los parámetros de la acidosis metabólica se han resuelto", dijo, mostrándose satisfecho por el trato recibido en el hospital.

"Aquí tanto el personal médico como el paramédico está dándome un trato de excelencia. Recuérdese que yo he estado ingresado en otras ocasiones aquí en esta misma sala. Ya me conocen de otras huelgas de hambre. Independientemente de las ideologías que puedan tener los trabajadores de aquí, se van creando vínculos que van más allá de cualquier otra posición, de posiciones políticas".

Fariñas ha llevado a cabo ya 23 huelgas de hambre, la última de ellas en 2006, durante seis meses, para exigir acceso a Internet para todos los cubanos, algo que sigue sin cumplirse y que el gobierno de Castro atribuye a las limitaciones técnicas de la isla debido al embargo estadounidense.

El disidente rechazó recientemente una oferta de asilo político en España trasmitida por un diplomático de la embajada en la isla. Según Fariñas, senadores mexicanos le explicaron que organizaciones del país estaban también solicitando asilo político para él, pero descartó igualmente tal posibilidad.

"Nunca ha sido mi aspiración ser exiliado, pero he dado la misma respuesta que a España, que ese asilo político se lo otorguen a los presos políticos y a los más enfermos principalmente. En vez de en mi caso, que sea a otras personas", dijo, agradeciendo a "todos los gobiernos que tengan una buena voluntad, que traten de resolver esta crisis sin que haya más muertos".

"Todos los gobiernos extranjeros saben que yo no me voy del país. Siempre lo he dicho, siempre lo he planteado", señaló.

Según organizaciones defensoras de derechos humanos, en Cuba hay unos 200 presos políticos. Sin embargo, el gobierno de Castro lo niega y asegura que todos ellos han sido juzgados y condenados en base a leyes vigentes, por ser "mercenarios" al servicio de Estados Unidos u otros delitos.

Las autoridades también rechazan que en las cárceles de la isla haya reclusos cuyo estado de salud sea incompatible con el régimen penitenciario.

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