«Guillermo era feliz y disfrutaba en Murcia»
Miriam Gómez se siente satisfecha con la creación de la Cátedra
Fuente: laverdad.es
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En Londres, Miriam Gómez, rodeada de libros y recuerdos de su marido, se siente emocionada por la creación de la Cátedra Cabrera Infante en Murcia. «Guillermo era feliz cada vez que viajaba a Murcia, le encantaba esa ciudad y disfrutaba en ella, y, al principio de su enfermedad, pensamos en trasladarnos allá, donde él pensaba hacerse la diálisis. Luego le fallaron los riñones y fue imposible», recuerda Miriam Gómez. «Vimos casas en Mula, estamos ilusionados, pero no pudo ser», añade.
- Satisfecha con la creación de esta Cátedra?
- Mucho. Es una idea que nace de la amistad en una ciudad que a Guillermo le gustaba mucho. Muchos otros lugares han querido hacer algo similar, pero Murcia me parece el espacio perfecto.
- ¿Por qué Murcia?
- Murcia nos ha elegido. Él se sentía en Murcia como si estuviese en Cuba. Y a mí me encanta esa Región. Después de la muerte de Guillermo el primer sitio al que viajé fue a Murcia..., estaba muy deprimida y angustiada. Después de dos días me marché al aeropuerto pero no había avión para Londres. Una señoras que estaban allí me vieron tan mal que me buscaron otro hotel..., gente amabilísima y generosa. He regresado en otras ocasiones y Murcia ha vuelto a ser ese lugar luminoso y alegre en el que tengo muchos y muy buenos amigos.
- ¿Cómo ha vivido la publicación de 'Cuerpos divinos', la 'autobiografía novelada' póstuma de su marido?
- Estoy agotada porque ha sido un trabajo enorme. Yo estaba pasando en limpio la novela, cambié los nombres que Guillermo me había dicho, de gentes que habían muerto ya, y envié el manuscrito. Han quedado unas doscientas páginas sueltas que aparecerán como un apéndice en las 'Obras Completas'.
Fue muy rápido porque, durante ese trabajo, Cuba declaró a Guillermo 'Patrimonio Nacional', una ley que hace que todo lo así nominado sea propiedad del gobierno. ¡Pero si a él ni le consideraban cubano!
- ¿En serio?, eso es absurdo.
- Es marxista, pero de los hermanos Marx. Totalmente absurdo. Bueno, Guillermo y yo somos europeos hace muchísimos años y esa ley no nos afecta.
- ¿Cuántos papeles inéditos quedan de Cabrera Infante?
- ¡Ha dejado tanto sin publicar! De momento toda la obra, hasta el último papelito, está archivada en formato digital y guardado en un banco. Todo el dinero que saqué de la publicación de 'La ninfa inconstante' está invertido en ese archivo. Guillermo escribía todo el tiempo en toda clase de papeles.
- ¿Cuál es el próximo texto inédito que verá la luz?
- La obra relacionada con el cine. Hace unos meses una persona que ha vivido largo tiempo en Cuba me explicó lo mucho que Guillermo había publicado en revistas como 'Bohemia' en los años 50. Yo creía que estaba todo editado en 'Un oficio del siglo XX', pero resulta que existen innumerables críticas y reseñas. Por ejemplo, hay veinticinco entrevistas inéditas a gentes como Luis Buñuel, Fred Zinnemann o Marlon Brando. Lo que iba a ser un solo tomo sobre cine ahora van a ser dos, el primero con lo que publicó en La Habana y el segundo con lo que se editó en el extranjero. Yo guardaba todos sus papeles..., pero, claro, sólo desde que le conocí.
- Un escritor incansable...
- Hay aún tres novelas inéditas y unas 60 libretas a las que llamaba 'Walter ego' y que, queda mucho por ordenar, aparecerán como 'Los cuadernos de Walter ego'. Están la mitad en inglés y casi nadie, salvo yo, entiende la letra de Guillermo..., por lo que me queda mucho trabajo por delante.
- ¿Cuál es el recuerdo más imborrable?
- El humor, el humor... Desde que ha muerto no he vuelto a una sala de cine porque ir con él a ver una película era una fiesta. Veía más allá de la pantalla. Veo películas en vídeo..., algunas noches hasta tres películas.
- Le noto triste.
- En fin, mire, he cometido el error de dejar unos paquetes y unas cajas con papeles, cartas y algunos libros, a cargo de una persona a la que le pagaba por ello. Los ha dejado en el jardín, se han mojado..., tratados como basura. Estamos tratando de salvar lo que se pueda salvar. Incluso hay papeles que no me quiere devolver. Ha sido durísimo, durísimo..., me dio un ataque de llanto. Estamos tratando de salvarlo todo, pero la obra mayor está bien guardada.
- ¿Qué era la literatura para Cabrera Infante?
- Todo y todo el tiempo. Todo era literatura para él. Cuando se sentía mal escribía y cuando se sentía bien escribía también. Cuando estaba muy enfermo seguía trabajando en 'La ninfa inconstante', que la había sacado de 'Cuerpos divinos'..., convirtió en auténtica poesía ese texto, transformó la vida en literatura pura. Escribía en cualquier parte. Las nueve primeras páginas de 'La ninfa inconstante' están escritas en unas hojas del casero que nos alquiló la casa en Bruselas en los años 60.
- ¿Qué hubiera dicho del movimiento de las Damas de Blanco?
- Yo lo apoyo completamente porque llevan años y años luchado. Es un tiempo terrible. El pueblo de Cuba nació para ser feliz. Todo, el clima, el paisaje, parece diseñado para esa felicidad; los indios de Cuba nunca usaron armas... el pueblo cubano no puede aguantar la infelicidad. Cuba, antes de llegar ese 'señor' era un país con un índice bajísimo de suicidios; ahora el número es escalofriante, sin contar con la gente que se tira al mar para poder huir. Los tiburones han aprendido a comer carne humana.
- ¿Regresará algún día Miriam Gómez a Cuba?
- No. Cumplo 70 años. Vivo muy bien en Inglaterra y me gusta mucho viajar a España. Me gustaría morir en España. El único plan que tengo con respecto a Cuba es ver a la gente de ese país libre y feliz, que puedan escoger su destino, acceder a internet, salir y que sepan la verdad. Por eso 'Cuerpos divinos' es un libro tan importante, allí se cuenta lo que ocurrió, lo que ocurrió en un país al que le han borrado la memoria y la historia. No hay que olvidar que Guillermo nunca perteneció a ningún partido porque él era un humanista.
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