Willy Toledo, un Imbécil Consumado
El actor español Willy Toledo.
Qué hacer cuando alguien al que admiras, como es el caso del actor español Willy Toledo, de quien después de verlo en una película y una serie de televisión puedo decir que es un actor de gran fuerza histriónica, y sobre todo , poderoso para la comedia, demuestra que es un individuo sin criterio propio, castrado por una ideología antidemocrática que conspira contra todos y cada uno de los valores de un pueblo.
Toledo ha dicho que la gran mayoría de los "presuntos disidentes" encarcelados en Cuba "son terroristas", y añadió que el preso político Orlando Zapata, fallecido tras una huelga de hambre de 86 días, "no era más que un delincuente común"-hay que decirle a Toledo que Zapata, antes de pasarse a la disidencia, fue militante de las juventudes comunistas de Cuba y obrero Vanguardia en un contigente gubernamental de la construcción. Y es que hay que ser muy miserable para después del burdo asesinato de Orlando Zapata, y sin conocimiento de causa, hacerse eco del discurso oficial de la más despótica dictadura de Occidente, la más larga, que ejerce un poder ilegítimo-ahora de forma dinástica-que nadie le otorgó, y que priva a los cubanos de todos, absolutamente todos sus derechos humanos.
Serviría de algo explicarle a este imbécil de gran envergadura, que ninguno de los disidentes cubanos presos ha puesto una bomba, ha intentado matar a alguien, ha hecho algún tipo de sabotaje, que la única razón por la que están presos es por ejercer el derecho a pensar diferente y oponerse a la ideología y la forma de gobierno dominante en Cuba? No, sería inútil, estos idiotas de la izquuierda española, como los Moratinos, todavía viven en el romanticismo ignorante de que el Che Guevara era un héroe y Fidel Castro un estadista revolucionario. Le niegan a Cuba lo que tanto querían cuando vivían bajo el franquismo: libertad y democracia. Su posición es provocada por un nacionalismo socialistoide narcisista y un odio visceral hacia Estados Unidos, que les lleva a bañarse en la salsa del castrismo para exaltar su antiamericanismo.
Toledo, al referirse a los opositores cubanos, habla de actos de traición a la patria y un montón de delitos, y les niega la categoría de disidentes prisioneros políticos, sin haber convivido con los cubanos, sin haber visitado una prisión castrista, sin saber nada de Cuba, en un ejercicio soberbio de analfabetismo político. Sin embargo, cuando afirma, como los Castro, que Zapara era un delincuente común, cae en la bajeza más terrible: difama a un muerto que no puede defenderse. Un muerto que murió por defender un ideal. Un muerto que fue asesinado. Un muerto que no debió morir torturado, vejado, avasallado por el ejercicio aberrante del poder de sus carceleros-los hermanos Castro-, porque era absolutamente inocente, y había cumplido dos veces su condena. Porque las siguientes condenas que le impusieron estando en prisión fueron juicios sumarísmos, bajo cortes de carácter militar, ilegales, sin derecho a defenderse.
Toledo padece de una grave enfermedad que le ha envenenado el alma: es un cruel y despiadado terrorista de la palabra, y la usa para mentir, dañar, tergiversar, adular y prostituir la verdad. Lo que se dice de Cuba no es manipulado, es la inobjetable verdad. Una verdad que todavía no ha revelado todas las miserias que se ocultan bajo las capas de excremento con que el castrismo ha cubierto a la nación cubana durante más de 50 años. La única persecusión obsesiva y paranoide es la que ejerce el gobierno cubano contra el pueblo de la isla. El castrismo lo que recibe es complicidad obsesiva y amoral de gente como Toledo, Moratinos y tantos otros idiotas útiles o extremistas confesos.
Toledo ha dicho que la gran mayoría de los "presuntos disidentes" encarcelados en Cuba "son terroristas", y añadió que el preso político Orlando Zapata, fallecido tras una huelga de hambre de 86 días, "no era más que un delincuente común"-hay que decirle a Toledo que Zapata, antes de pasarse a la disidencia, fue militante de las juventudes comunistas de Cuba y obrero Vanguardia en un contigente gubernamental de la construcción. Y es que hay que ser muy miserable para después del burdo asesinato de Orlando Zapata, y sin conocimiento de causa, hacerse eco del discurso oficial de la más despótica dictadura de Occidente, la más larga, que ejerce un poder ilegítimo-ahora de forma dinástica-que nadie le otorgó, y que priva a los cubanos de todos, absolutamente todos sus derechos humanos.
Serviría de algo explicarle a este imbécil de gran envergadura, que ninguno de los disidentes cubanos presos ha puesto una bomba, ha intentado matar a alguien, ha hecho algún tipo de sabotaje, que la única razón por la que están presos es por ejercer el derecho a pensar diferente y oponerse a la ideología y la forma de gobierno dominante en Cuba? No, sería inútil, estos idiotas de la izquuierda española, como los Moratinos, todavía viven en el romanticismo ignorante de que el Che Guevara era un héroe y Fidel Castro un estadista revolucionario. Le niegan a Cuba lo que tanto querían cuando vivían bajo el franquismo: libertad y democracia. Su posición es provocada por un nacionalismo socialistoide narcisista y un odio visceral hacia Estados Unidos, que les lleva a bañarse en la salsa del castrismo para exaltar su antiamericanismo.
Toledo, al referirse a los opositores cubanos, habla de actos de traición a la patria y un montón de delitos, y les niega la categoría de disidentes prisioneros políticos, sin haber convivido con los cubanos, sin haber visitado una prisión castrista, sin saber nada de Cuba, en un ejercicio soberbio de analfabetismo político. Sin embargo, cuando afirma, como los Castro, que Zapara era un delincuente común, cae en la bajeza más terrible: difama a un muerto que no puede defenderse. Un muerto que murió por defender un ideal. Un muerto que fue asesinado. Un muerto que no debió morir torturado, vejado, avasallado por el ejercicio aberrante del poder de sus carceleros-los hermanos Castro-, porque era absolutamente inocente, y había cumplido dos veces su condena. Porque las siguientes condenas que le impusieron estando en prisión fueron juicios sumarísmos, bajo cortes de carácter militar, ilegales, sin derecho a defenderse.
Toledo padece de una grave enfermedad que le ha envenenado el alma: es un cruel y despiadado terrorista de la palabra, y la usa para mentir, dañar, tergiversar, adular y prostituir la verdad. Lo que se dice de Cuba no es manipulado, es la inobjetable verdad. Una verdad que todavía no ha revelado todas las miserias que se ocultan bajo las capas de excremento con que el castrismo ha cubierto a la nación cubana durante más de 50 años. La única persecusión obsesiva y paranoide es la que ejerce el gobierno cubano contra el pueblo de la isla. El castrismo lo que recibe es complicidad obsesiva y amoral de gente como Toledo, Moratinos y tantos otros idiotas útiles o extremistas confesos.
Si Toledo cree que el Estado cubano "con sus miserias y sus grandezas, es un modelo a seguir en muchos aspectos; mucho más que muchos de los países que se llaman amigos de Europa, entre ellos, por ejemplo, Marruecos", yo me pregunto qué hace viviendo en España, en una democracia que lo respeta, que lo deja opinar, que lo deja protestar sin que nadie le diga que es un terrorista,? Por qué no se va a vivir a esa panacea caribeña llamada Cuba donde no podría hacer nada de eso sin ir a la cárcel y morir en ella? Duraría muy poco viviendo en la isla, estoy seguro.
Comparar la situación de Cuba con la de Colombia, que es un país en guerra, es de una ignorancia que no tiene límites. Pero olvida que es un país donde el presidente fue legítimamente electo por el 80 porciento de los colombianos-y hubiera salido otra vez si lo dejan-; donde las narcoguerrillas matan, secuestran y cometen todo tipo de actos terroristas-claro, él simpatiza ideológicamente con ellas-, y los paramilitares son consecuencia de esos grupos terroristas-armados, financiados y respaldados políticamente por Cuba, por cierto-, no la causa de ellos. Este Toledo es un tipo, como dicen en España, de muy mala leche, y su tesis es siempre la misma, en cualquier tema, desde cualquier punto de vista:la culpa la tiene la víctima. El verdugo es inocente. Este, como los musulmanes y los de ETA, es un fundamentalista que enarbola una bomba por idea, aunque es tan cobarde que le da miedo reconocerlo. Tiene una vocación totalitaria desmedida, y si mañana le dieran la oportunidad, podría ser un represor muy eficaz. Y es que tener talento para actuar, no necesariamente implica ser una persona sensible e inteligente. Así es ,casi siempre, el doble estándar con el que vive la izquierda.
Nada, que Willy Toledo es uno más de los que se suma a la represión contra el pueblo cubano. Quizás muy pronto lo veamos en una película cubana, en pago por sus nobles sevicios al castrismo, por su imbecilidad consumada.
Comparar la situación de Cuba con la de Colombia, que es un país en guerra, es de una ignorancia que no tiene límites. Pero olvida que es un país donde el presidente fue legítimamente electo por el 80 porciento de los colombianos-y hubiera salido otra vez si lo dejan-; donde las narcoguerrillas matan, secuestran y cometen todo tipo de actos terroristas-claro, él simpatiza ideológicamente con ellas-, y los paramilitares son consecuencia de esos grupos terroristas-armados, financiados y respaldados políticamente por Cuba, por cierto-, no la causa de ellos. Este Toledo es un tipo, como dicen en España, de muy mala leche, y su tesis es siempre la misma, en cualquier tema, desde cualquier punto de vista:la culpa la tiene la víctima. El verdugo es inocente. Este, como los musulmanes y los de ETA, es un fundamentalista que enarbola una bomba por idea, aunque es tan cobarde que le da miedo reconocerlo. Tiene una vocación totalitaria desmedida, y si mañana le dieran la oportunidad, podría ser un represor muy eficaz. Y es que tener talento para actuar, no necesariamente implica ser una persona sensible e inteligente. Así es ,casi siempre, el doble estándar con el que vive la izquierda.
Nada, que Willy Toledo es uno más de los que se suma a la represión contra el pueblo cubano. Quizás muy pronto lo veamos en una película cubana, en pago por sus nobles sevicios al castrismo, por su imbecilidad consumada.
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