El Instituto de la Vivienda "aprobó recientemente el otorgamiento de licencias de construcción por esfuerzo propio" para los ciudadanos que necesiten "realizar acciones constructivas en sus inmuebles", anunció este martes la oficial Radio Rebelde.
Castro había anunciado la medida en enero de 2009.
El presidente del Instituto, Roberto Vázquez, precisó que los permisos son entregados en los 169 municipios del país, tanto para construcción, ampliaciones o reparación de las viviendas.
Sin embargo, el directivo no precisó cómo los cubanos podrán adquirir los materiales de construcción, algunos vendidos en pesos en almacenes estatales —subsidiados— y la mayoría en moneda convertible en las tiendas que operan en divisas.
Los materiales en las tiendas en CUC (uno equivalente a 0,80 dólares y a 25 pesos) son altamente costosos, por lo que la población —con un salario promedio mensual de 20 dólares— los adquiere en el mercado negro, abastecido con robos al Estado.
Cuba, con 11,2 millones de habitantes, encara una grave crisis habitacional, agudizada hace dos años por el paso de tres huracanes que dañaron medio millón de viviendas y dejaron pérdidas totales por 10.000 millones de dólares.
La construcción de casas en la Isla era hasta ahora un proceso fundamentalmente estatal. Sin embargo, el programa gubernamental aprobado hace cuatro años, con una meta de 100.000 casas anuales, se incumplió y se reajustó a la mitad.
El general Raúl Castro decidió entonces autorizar hace un año a la población a que "hagan su casita con lo que puedan".
Más de un 80% de cubanos son propietarios de sus viviendas; sin embargo, no las pueden vender —según disposición gubernamental—, sólo cambiar ("permutar").
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