miércoles, 21 de abril de 2010

El Miedo Reflejado

Aini Martín Valero, ALAS

LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -El domingo 18 de abril ha sido un día triste para muchos cubanos, que todavía no comprendemos como hay otros cubanos que pueden atacar y vejar a su propia gente.

Las Damas de Blanco una vez más fueron atacadas en las afueras de la Iglesia de Santa Rita. Dicen que el pueblo enardecido, pero eso es una burda mentira. Para que nadie me cuente lo contrario, mi esposo, Iván Sañudo, y yo intentamos llegar al lugar.

Un mar de hombres y mujeres con sus identificaciones del Departamento de Seguridad del Estado (DSE), rodearon las calles aledañas a la iglesia. La calle 5ta Avenida fue cerrada el tráfico, aquello era el circo de las águilas contra las palomas.

No sé a estas alturas que Dama de blanco pudo llegar al lugar, no sé cuantas detenidas hubo, pero la represión allí era de veras feroz. Tres hombres y cuatro mujeres del DSE, se nos abalanzaron al llegar a la intercepción de 5ta y 24. ¿Qué hacen por aquí?, nos preguntó un negro fornido con cara de pocos amigos, para proseguir con un, ¿Denme sus carnets de identidad?

Como quien trata a un cualquiera les dimos los carnets, pero eso no fue suficiente, nos rodearon más de 15 personas y a gritos, nos dijeron que nos fuéramos. Les explicamos que esa calle es de Cuba y nosotros somos cubanos y nada ni nadie deben impedir la libertad de movimiento a una persona en su propia tierra, nos llevaron a la fuerza para la calle 3era y nos montaron en un ómnibus que por allí pasaba.

Nos sentimos muy impotentes, desde la ventanilla del ómnibus les grité todo lo que por mi cabeza pasó en ese momento, las personas que viajaban nos preguntaron muy angustiados que había pasado y mi esposo explicó que solo éramos periodistas independientes que veníamos a apoyar a las Damas de Blanco.

Al explicar aquello la solidaridad en el ómnibus fue inmediata; muchos nos dijeron que esas mujeres no hacían nada malo, otros se mostraron más callados pero con mucha amabilidad me cedieron el asiento, mi cara demostraba que me sentía mal de salud.

Este 18 de abril terminé en un hospital con la presión alta, mi cabeza no podía entender como aquel mar de personas, que yo había visto podían vociferar tantos improperios a unas mujeres indefensas.

Todo lo que hoy vi y pasé, demuestra que cada día más, el gobierno cubano les teme a las Damas de Blanco y quiere impedir que otros se sumen a su valiente forma de lucha. Hoy he visto como las caras de los que dirigen este país tienen el miedo reflejado.

ainimv@yahoo.com

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