JUAN CARLOS SÁNCHEZ REYES
SANTA CRUZ DE TENERIFE
Es uno de los opositores cubanos en el exilio que ha sabido mantener con dignidad y enorme sabiduría política sus ideales contra el castrismo. Nacido en La Habana en 1943, en el seno de una familia revolucionaria que luchó contra el régimen de Batista, su temprana disidencia en favor de las libertades le llevó en 1960 a las cárceles de la dictadura comunista, hasta que consiguió exiliarse en Estados Unidos. Desde entonces ha sido profesor universitario en América Latina y Estados Unidos y es considerado uno de los columnistas más influyentes en lengua española: se calcula que seis millones de lectores semanales acceden a sus artículos en español, inglés y portugués. Ha publicado una veintena de libros, entre los que destaca sus ensayos políticos Viaje al corazón de Cuba, Cómo y por qué desapareció el comunismo, Libertad: la clave de la prosperidad, Manual del perfecto idiota latinoamericano, Fabricantes de miseria, Los latinoamericanos y la cultura occidental, entre otros. Desde 1970 reside en Madrid, y actualmente es vicepresidente de la Internacional Liberal. En estos días el nombre de Montaner ha estado en los titulares periodísticos a raíz de una polémica de cartas cruzadas con el trovador Silvio Rodríguez, figura emblemática de la cultura oficial en Cuba, quien de manera inesperada ha roto el silencio de una intelectualidad acostumbrada a seguir los dictados del régimen de Castro.
- Su polémica con Silvio Rodríguez ha despertado un enorme interés internacional. ¿Cree usted que las respuestas del trovador indican una voluntad auténtica de debatir entre la intelectualidad comprometida con el régimen o es un contraataque propagandístico?
"Creo que Silvio no pensaba entrar en un debate al preguntarme públicamente si yo condenaría los atropellos de la CIA contra Cuba. Cuando le respondí que sí, por supuesto, y le pregunté si él haría lo mismo con los crímenes del gobierno cubano contra el pueblo, se desató un intercambio que él no había previsto. A la tercera carta el Gobierno le exigió que detuviera el debate".
- La salud del disidente cubano Guillermo Fariñas ha empeorado en los últimos días. Si muere, sería el decimotercero que fallece a causa de una huelga de hambre en 50 años de castrismo. ¿La fórmula "enemigo del pueblo" que los Castro aprendieron de Stalin para aniquilar a sus adversarios podría convertirse en el principio del fin de su régimen?
"Hoy en día las víctimas de la dictadura cubana son muy visibles y costosas. La muerte de Zapata Tamayo provocó una gran reacción internacional. Con Fariñas ocurriría lo mismo. Este es un poderoso elemento de deslegitimación".
- Llama la atención que sean, mayoritariamente, cubanos de raza negra y mujeres los que hayan preferido convertirse en mártires. ¿Qué significado cree que puedan tener estos actos en el despertar de una conciencia popular dentro de la isla?
"Los negros y las mujeres son quienes más sufren bajo el socialismo, y ambos grupos por las mismas razones: son los segmentos más pobres. Los negros, porque ocupan los espacios peor remunerados. Las mujeres, por la ruptura de las familias".
- Cuba sufre en estos momentos un alarmante proceso de haitianización. ¿Podrá ser esta la última etapa del castrismo?
"Probablemente, pero el deterioro material de Cuba sucede de manera ininterrumpida desde el inicio de la Revolución. No llegará al nivel de Haití por el tipo de educación que tienen los cubanos, pero estará muy cerca".
- Recientemente, se ha probado la complicidad del Gobierno de La Habana con el terrorismo etarra. ¿Qué puede hacer el Gobierno español para ayudar a encontrar una salida democrática en la isla?
"España debe apoyar decisivamente a los demócratas de la oposición y procurarles el respaldo de Europa. Estos son los aliados naturales de España y no un gobierno necesariamente hostil a los valores de la sociedad española".
¿Qué pasará después de la muerte del máximo líder? ¿Cabe la posibilidad de que un sector del poder intente a través de un acto violento restablecer el orden institucional o piensa que puede haber una transición pacífica?
"Hasta ahora la transición del modelo comunista al democrático ha sido pacífica. Pero si quienes heredan el poder de los Castro no propician el cambio, pueden desatar la violencia".
- La lenta muerte de Fidel Castro está allanando el camino de su posible canonización humana y política. ¿Hasta qué punto afectará esta situación a Cuba?
"Lo que percibo es un deterioro creciente de la imagen de Fidel en su etapa final. Una buena parte de la izquierda, incluso de cierta izquierda socialista y comunista, le está dando la espalda. Ese rechazo conlleva un elemento de desmoralización del gobierno y del sistema en su etapa final".
- ¿Está preparada la oposición cubana para asumir la tarea de la reconstrucción del país?
"Hay mucha gente valiosa en la oposición interna y externa con capacidad para manejar la transición, pero no debe descartarse la aparición de un Adolfo Suárez que haga esa tarea. Siempre se pensó que Carlos Lage iba a ser esa persona".
- Tras la caída del sistema totalitario en la mayoría de los países del antiguo bloque soviético comenzó una etapa conocida como poscomunismo, caracterizada por una masiva privatización pero sin marco jurídico sólido. ¿Podría la antigua nomenclatura comunista cubana convertirse en el núcleo más influyente de la nueva clase social y empresarial?
"Podría suceder. En Cuba el poder económico de los militares es muy notable. De alguna manera es lo que sucedió en Rusia tras la desaparición de la Unión Soviética".
- ¿Cuál sería el modelo más conveniente para la etapa de transición democrática en Cuba?
"Hay varios países que han hecho transiciones muy aceptables. Polonia, la República Checa, Eslovenia, los países bálticos son ejemplos que deben tenerse en cuenta. Pero también España, aunque haya sido un proceso muy diferente".
- ¿Qué nivel de participación tendrán los cubanos del exilio en este proceso?
"Mi impresión es que, en un comienzo, casi todo el centro de gravedad estará dentro de la Isla. Pero después, poco a poco, para beneficio de todos, se irán forjando lazos muy estrechos entre los cubanos de dentro y los de fuera".
- ¿Cómo interpreta la fuerte presencia del aparato de inteligencia cubano en el Gobierno de Hugo Chávez?
"Es muy peligrosa. La inteligencia cubana sostiene a Chávez y el bolsillo venezolano sostiene a Raúl Castro. Pero esa simbiosis duplica las zonas de debilidades. Un descalabro en uno de los dos países significa un descalabro en el otro".
- ¿El rearme de Brasil y Venezuela podría terminar con la introducción de armas nucleares en América Latina?
"Por supuesto. El acuerdo entre Venezuela e Irán conlleva la entrega a Venezuela de armamento nuclear cuando Irán disponga de estas armas. Por eso el vicepresidente de Brasil, Alencar, planteó recientemente que su país debía desarrollar armas nucleares". |
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