El Poder de la Información

Adolfo Pablo Borrazá

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Estoy completamente de acuerdo con el periodista mexicano Jorge Ramos, cuando en su crónica del martes 6 de abril, Más Internet, menos dictadura, afirma: “El reto tecnológico para liberar a Cuba digitalmente es que desde el exterior se inunde a la isla con señal de Internet y con computadoras, para que cualquier cubano tenga acceso a todo tipo de información”. El gobierno cubano no podría con esa ola digital.

“Imagínense –continúa Ramos- lo que se podría lograr si se envían a Cuba muchas de las computadoras y teléfonos celulares que desechamos en Estados Unidos. Así se apoya el cambio en Cuba desde fuera. A más Internet, menos dictadura”.

Tiene razón. Además de ser un excelente periodista, tiene dones de visionario. Durante muchos años, tanto el exilio como el gobierno norteamericano han tratado de ayudar a los opositores, pero hasta ahora los intentos han sido poco efectivos. La mayoría desea el cambio en Cuba, pero no encuentra la vía para conseguirlo. Hay muchos desacuerdos y demasiado miedo. Se especula sobre qué política vendría bien para acabar con el totalitarismo, pero se hace poco. Parece difícil, pero es muy sencillo.

Es cierto que la dictadura ha limitado el acceso de la población a Internet, pero, como dice Ramos, los cubanos somos magos a la hora de “resolver”. Por mucho que quieran domar a Internet, siempre hay personas muy hábiles que consiguen conectarse.

Por videos bajados clandestinamente de Youtube, o grabados en teléfonos celulares, los cubanos pudimos conocer las respuestas del Presidente del parlamento, Ricardo Alarcón, en la CUJAE, o el abuso policial contra los atletas del equipo Industriales. También en Internet los cubanos pudieron ver horrorizados los cuerpos esqueléticos de los enfermos del hospital Mazorra.

No olvidar que cuando detuvieron a Pánfilo porque gritó que en Cuba lo que hace falta es jama, una campaña internacional en la red logró sacarlo de la cárcel.

Hoy, gracias a las nuevas tecnologías de la información, se conocen los abusos, encarcelamientos y golpizas contra los disidentes. Antes que la prensa oficial cometiera el error de insultar a las Damas de Blanco y hacerlas más famosas, casi todo el país las conocía. Los que no sabían de sus caminatas semanales por las calles de La Habana se enteraron por las informaciones de la perseguida televisión satelital.

Es muy importante que el exilio ayude a conseguir la libertad de Cuba. No hacen falta millones de dólares. Con un teléfono celular se pueden circular fotos e informaciones importantes. De hecho, gracias a ellos, se ha logrado muchas veces burlar la vigilancia de los delatores de Seguridad del Estado. Una computadora es más cara y más difícil de entrar al país, pero siempre se puede “resolver”. Todo se puede si somos inteligentes. Con lo que nunca contó el Máximo fue con que la tecnología podría superarlo.

adolfo_pablo@yahoo.com