A Levantar el Embargo Comercial Contra Cuba
La Habana instó este domingo a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, a levantar el embargo comercial por un año, para comprobar a quién interesa mantenerlo, informó ANSA.
"Si ella de verdad cree que el bloqueo beneficia al gobierno cubano, es muy sencillo, que lo levanten, aunque sea por un año, para probar a ver si era en interés nuestro o en interés de ellos", afirmó Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Y me parece bien, que se levante el embargo, pero qué ha hecho el castrismo por Cuba y los cubanos para que eso suceda. El embargo se levantaría mañana mismo. Sólo tienen que hacer algunas pequeñas cosas: liberar los presos políticos, permitir la libre asociación y la libre expresión. Así de simple.
Ricardo Alarcón, que finge una capacidad intelectual que no tiene, pretende darle la vuelta al desafío que le han planteado. Cuba, que tiene a Estados Unidos entre sus principales socios comerciales, y como la principal fuente abastecedora de alimentos, esgrime lo del bloqueo sólo como argumento para la propaganda internacional, porque ya no le sirve ni como pretexto ante los ojos de los cubanos por la ineficacia y corruptela de su gobierno.
Hillary Clinton declaró recientemente que los hermanos Fidel y Raúl Castro no quieren que se levante el embargo que Estados Unidos mantiene sobre la Isla, porque "perderían todas sus excusas por lo que no ha pasado en Cuba en los últimos 50 años". Y esto es una verdad de perogrullo. Las condiciones que propiciaron el embargo son las mismas o incluso peores que hace 50 años, y son consecuencia de las expropiaciones ilegítimas y sin indemnizaciones del castrismo a toda la propiedad privada dentro de la isla. Esa socialización es la causa de la hacatombe económica de Cuba. Pero también es consecuencia de la agresiva política del castrismo de alentar el terrorismo de izquierda en toda América Latina. Ninguna de estas situaciones ha cambiado, por eso el embargo sigue ahí.
El señor Alarcón finge no saber que en política todo tiene un costo, y que todsa concesión es a cambio de algo. La bola sigue estando en la cancha del castrismo, y no tienen raqueta para devolverla.
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