domingo, 4 de abril de 2010

"Cuba actúa con autoritarismo e intolerancia"

El ex candidato presidencial califica de "inaceptable y preocupante" la forma en que se ha manejado la huelga de hambre de los disidentes cubanos. Además, se refiere a las dificultades que enfrenta en la isla su ex jefe de campaña, Max Marambio.

por Juan Cristóbal Villalobos La tercera

Marco Enríquez-Ominami tiene fuertes lazos con Cuba. Ha visitado la isla muchas veces; una avenida lleva el nombre de su padre biológico, Miguel Enríquez, y a uno de los puntales de su campaña, Max Marambio, se le ha reconocido como uno de los extranjeros más cercanos de Fidel Castro.

El ex presidenciable, sin embargo, lanza duras críticas al gobierno de Raúl Castro por la situación de los huelguistas en la isla. Además, se refiere a las dificultades que están atravesando las empresas de Marambio en la isla, en medio de una cesación de pagos del régimen -llamado "corralito"- a los privados hasta 2011.

¿Qué opina sobre las violaciones a los DD.HH. en Cuba?
Las violaciones a los DD.HH. son inaceptables en cualquier parte del mundo. Pero al parecer, para algunos en Chile se les considera tales sólo cuando se les imputa a países que son enemigos de EE.UU. A mí los DD.HH. me preocupan en Cuba, en Chile, en EEUU o en cualquier parte por igual. Y en ese contexto, el Presidente Piñera tiene una gran oportunidad, pues cuando seamos visitados por el líder chino en pocos días más podrá seguir expresando sus preocupaciones democráticas sobre los DD.HH. en ese país. Me gustaría ver a todos los que condenan a países pequeños, que lo hagan también con los que tienen democracias insuficientes, independientemente de su PIB o de su peso en la escena internacional.

Usted es un líder político en Chile y todo el espectro se ha definido respecto del sistema cubano, ¿no es el momento de hacerlo ahora?
Considero que los hechos que hemos visto últimamente en Cuba nos muestran una administración que actúa con autoritarismo e intolerancia: el hecho de dejar morir a un ciudadano, independientemente de quién sea, un opositor verdadero o delincuente como se ha dicho, no es aceptable. Tampoco lo ocurrido con Silvio Rodríguez, que por expresar una reflexión crítica ha sido denostado en la prensa oficial. Son situaciones muy preocupantes. Y es igualmente inaceptable. Estoy hablando expresamente de Cuba, de su actual administración y no me sumo al coro de los que satanizan como un problema común a Ecuador, Bolivia y Venezuela, entre otros, como parte de un supuesto "eje del mal".

¿Conoce a Raúl y a Fidel Castro? ¿Qué opinión tiene de ellos?
No conozco a Fidel, pero no me cabe duda que es uno de los americanos que más aportaron a la lucha contra la desigualdad en el pasado. Respecto de Raúl, acompañé a la ex Presidenta Bachelet a la visita de Estado en febrero del año pasado y, como correspondía al protocolo, nos saludamos.


Siempre se ha justificado el no criticar al régimen por el bloqueo de EE.UU. ¿Es viable ese argumento?
Lo paradógico es que, además de todo lo que sabemos, el bloqueo ayuda y legitima a los sectores más conservadores del gobierno cubano actual, que sienten que el bloqueo justifica cualquier cosa.

¿Qué le parecen las recientes críticas del PS al gobierno cubano?
Me parece bien que un partido no se omita de pronunciamientos relevantes. La clave es no ser parte del coro que no le reconoce nada a la Revolución Cubana desde hace 50 años y que es la misma que promueve sanciones inhumanas para el pueblo cubano. Estando de acuerdo con que hayan hecho esa declaración, no recuerdo haber visto nada sobre EEUU y su política de DD.HH. ni tampoco sobre China.

Max Marambio tiene lazos históricos con Cuba. ¿Es efectivo que la adhesión de él a su candidatura no fueron del agrado del régimen?
Cuando Max aceptó coordinar el área política de mi campaña presidencial, fue claro en advertirnos que su incorporación podía no ser bien vista en la isla, así como en Chile. Y asímismo fue, puesto que nuestro programa político es un proyecto diametralmente distinto al que promovía la izquierda conservadora en Chile, así como discrepante con la visión de altos funcionarios de la burocracia partidaria actual cubana, los que en general son muy conservadores en aceptar otros caminos políticos de los que promueven sus socios en Chile. Por lo demás, Max fue uno de los que junto a mí conceptualizamos la opción progresista en oposición a los conservadores de derecha e izquierda.

Se ha informado que Marambio ha tenido problemas con sus empresas en Cuba, ¿Cuál es su impresión?

Cuando fuimos en la delegación presidencial de la ex Presidenta Bachelet en el viaje del año pasado a Cuba, se organizó un seminario empresarial con la delegación chilena y las autoridades cubanas, y en ese encuentro presentaron a las empresas de Max como el paradigma de las mejores empresas de inversión extranjera. Pocos meses después, empezó un proceso de "corralito", donde por razones aparentemente de falta de liquidez, el gobierno cubano no permitía las transferencias a las empresas para que pudieran pagar a sus proveedores externos. Por supuesto que ello ocasionó un deterioro de las relaciones por las razones antes dichas. Casualmente, el 14 de diciembre pasado, al día siguiente de terminada nuestra participación en la elección presidencial, empezó allí un proceso de acoso y derribo contra las empresas de Max. Todo lo anterior se da en un contexto de una situación muy difícil y compleja hoy día en Cuba, que abarca, además, a todos los empresarios extranjeros, tanto canadienses como españoles y chilenos.

¿Qué le parece el que Marambio pase por esa situación, considerando sus fuertes lazos con Fidel Castro?
No tiene nada que ver. Fidel Castro está retirado y la relación de Max con él es personal y afectiva.

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