Desde que se inventara el fabuloso mundo del puro, siglos antes de la llegada de Colón al Nuevo Mundo, mucho han cambiado las cosas, sobre todo en cuestión de formatos, cajones y sistemas de conservación, pero lo único en lo que no ha variado ha sido en la forma artesanal de fabricación. Los buenos puros se han hecho y se siguen haciendo a mano, arte que se transmite de generación en generación, y muy a menudo, de padres a hijos. Tal es el caso de Alejandro Robaina, el tabaquero más representativo de Cuba, quien, a sus 86 años, sigue al pie del cañón en su finca de «El Pinar», en San Luis; es decir, al pie de sus plantaciones, cuidando y mimando las plantas de la solanácea como a la niña de sus ojos. Robaina heredó está plantación de su padre, y éste de su abuelo, un canario emigrante a Cuba que se ganó la vida desde 1845 haciendo puros. Aquel esfuerzo y aquellos puros están reconocidos en el mundo entero, y hoy Alejandro Robaina tiene el privilegio de ser el único cubano vivo que da nombre a una marca de tabaco, y, a juicio de los entendidos, el mejor productor del mundo.
Pese a su edad (86 años), Alejandro Robaina se niega a delegar totalmente en sus hijos y en sus nietos y continúa trabajando con el mismo entusiasmo que cuando era joven. Se levanta a las seis de la mañana y prepara el café para todos sus empleados. Después cuida y vigila la plantación, solventando los problemas de las cosechas y explicando a quien se interesa los secretos de este arte del habano tan efímero, de este placer que se disfruta apenas una hora. Le visitan famosos del mundo entero. La pasada Nochebuena fue García Márquez (que ya no fuma puros) quien se presentó en su finca de Pinar del Río, acompañado del trovador Silvio Rodríguez. Con mucha ironía, el cantante y gran fumador de puros dejó escrito en su libro de visitas: «Gracias por ser tan amables asesinos». Nos lo contó hace unos días, en su reciente visita a Madrid. También nos habló de grandes fumadores de sus puros, como el cantante Sting, el actor Steven Seagal, el ex campeón de Fórmula 1 Niki Lauda y tantos y tantos políticos, empresarios y amantes de los toros.
-¿Qué es para usted un puro?
-Mi vida. Desde los doce años llevo metido en esto. Un puro es amor, el que yo tengo por el tabaco y por la tierra donde se cultiva.
-¿Siempre vivió entre hojas de tabaco?
-Toda mi vida.
-¿Quién fue el primer europeo que se fumó un puro?
-Luis de Torres, en 1492, a quien, junto con Rodrigo de Jerez. Colón envió a hacer un bosquejo por Cuba, pensando que había llegado a las Indias. Ellos vieron el uso que hacían los aborígenes cubanos del tabaco. Era tabaco envuelto en hojas de maíz, y lo mezclaban con algunas plantas alucinógenas e inhalaban el humo por la nariz con un dispositivo a modo de palo hueco. Lo fumaban de la misma forma que Colón lo describe en su diario, diciendo que los puros eran como «los sopletes que utilizaban los niños en Pascuas».
-¿Cuándo llegó a España?
-Luis de Torres se aficionó a fumar y lo trajo cuando volvió a España, pero fue perseguido por la Inquisición para ser quemado en la hoguera, pues se pensaba que, como echaba humo por la boca y la nariz, estaba poseído por el diablo. -¿Cuba sería distinta sin el tabaco?
-Sin duda, porque el tabaco es el principal producto de nuestro país y parte de nuestra cultura, de nuestra ideosincrasia. El puro habano es el embajador cubano en el mundo.
-¿Siempre ha sido así?
-El tabaco existía tres mil años antes de la llegada de Colón. El cultivo comercial lo autorizó la Corona en 1659, en las márgenes de los ríos (las vegas); de ahí el nombre de vegas a las plantaciones y de vegueros a los cultivadores.
-¿Cuántas variedades de tabaco se cultivan?
-Tradicionalmente, dos: el criollo, nuestra variedad insignia y la genuina representante del tabaco negro cubano (para la tripa y el capote), y el corojo, que, a partir de 1947, se comienza utilizar para la producción de capas (hoja exterior de capas). Después han surgido nuevas variedades resistentes a plagas, que preservan la calidad organoléptica del tabaco original, y son Habana 2000, Habana 92, Criollo 98 y Corojo 99, que son las que se cultivan actualmente. Se prueban otras, pero aún no son comerciales.
-¿Con quién tiene ganas de fumarse un puro?
-Con un gran fumador, da igual quién sea, pero puestos a elegir, con Nicolás Casaus (antiguo dirigente del Barcelona). Me he fumado puros con gente muy importante, con príncipes, reyes, escritores. Por cierto, a García Márquez le encantaban los robustos.
-¿Y con quién no se lo fumaría?
-Con un no fumador. Es un desperdicio. No saben apreciarlo.
-¿Por qué la mano de obra es habitualmente femenina?
-Por la suavidad de su mano y por lo selecta que es para hacer un puro. Sus dedos son los mejores para torcer el tabaco. Lo del muslo de la mulata es una tontería. Quizá se dijera que era lo mejor porque la mulata es la representación de la mujer cubana, y la ponen así para destacar dos denominaciones de origen, la mulata y el puro, pero el puro no se puede torcer en su muslo. No queda bien. Es un mito. Ha de torcerse en una mesa especial. En el campo, el veguero sí puede torcer un tabaco en el muslo de su mujer. Pero eso es otra cosa.
-¿Hay en Cuba muchas escuelas de torcedores de tabaco?
-Todas las fábricas los tienen. Puede llegar la mejor materia prima del mundo... que si no sabe torcerlo bien, lo que sale no es un habano. Ahora se han incorporado muchos jóvenes, fundamentalmente mujeres.
-¿A qué sabe un puro?
-Un puro se fuma para disfrutarlo. Es puro placer. No como los cigarrillos, que se fuman de forma compulsiva. El puro requiere tiempo para apreciar su gusto, sus aromas, su perfume... Y si estás enamorado, se puede ver la imagen de la mujer adorada. Un puro sabe a lo que uno esté pensando y ha de fumarse de acuerdo a la ocasión y al tiempo. No se absorbe el humo y no hace daño.
-¿En Cuba hay ley antitabaco?
-También. Pero es más flexible. El no fumador tiene derecho a que no se le eche el humo encima, y el fumador, a que se le permita fumar. No creo que la ley acabe con los fumadores de puros, porque el puro no es vicio. Es gusto.
-¿Quiénes han sido los mejores fumadores de la historia?
-Churchill, por ejemplo. Se le creó una vitola con su nombre. Pero ha habido otros muchos personajes históricos amantes del habano. El Ché Guevara, Fidel Castro en su tiempo (ahora no fuma). El Cohiba surge como una vitola que se hizo primero para Castro y después para el Consejo de Estado. No es que sean ni mejores ni peores. Es una cuestión de gustos.
-¿El puro es machista?
-Lo fue en su tiempo, pero ahora las mujeres también fuman puros. En Estados Unidos las mujeres fuman muchos puros y en Francia hay clubes de fumadoras.
-¿Los mayores consumidores?
-Europa. Los americanos, con el embargo, compran los habanos en otros sitios. Los fuman en la clandestinidad.
-Felipe González, Aznar y otros presidentes son grandes fumadores de puros, ¿cree que es indispensable para gobernar bien un país?
-Sí, El puro ayuda a pensar.
-Pero Fidel Castro lo ha dejado. ¿Es que ya no piensa?
-Lo ha dejado por problemas de salud.
-¿Y qué puro le sugeriría usted al señor Zapatero?
-Creo que no los fuma, y le recomendaría que lo hiciese. El día que lo pruebe le sacará el gusto y le ayudará a pensar.
-¿Qué bebida le va bien?
-Un ron de siete años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario