Raúl Castro y las Peluquerías
Las autoridades están entregando la administración de cientos de pequeñas barberías y salones de belleza del Estado a los empleados, en lo que parece ser el inicio de una esperada reestructuración del sector minorista de servicios bajo el gobierno de Raúl Castro, informó Reuters.
La medida, que no ha sido anunciada por el gobierno pero que fue confirmada a Reuters por peluqueros y estilistas en varias ciudades, es la primera reforma de alcance nacional en el sector minorista y pionera en la entrega de ese tipo de negocios a empleados desde su nacionalización en 1968.
Empleados que hasta ahora trabajaban por un salario mensual podrán alquilar los salones y pagar impuestos, dijeron peluqueros y estilistas consultados. Quienes no quieran participar en el nuevo modelo, serán asignados a otros sectores o podrán jubilarse.
La nueva política, que comenzó este mes y se aplica por el momento a los locales con un máximo de tres sillas, está sujeta a ajustes y establece el pago mensual de un 15% de los ingresos promedio del negocio. Eso incluye alquiler del local y equipos, e impuesto a la seguridad social.
Los nuevos dueños podrán cobrar los precios que el mercado esté dispuesto a pagar y esperan hacer buenos negocios en Cuba, donde un salario mensual ronda los 420 pesos cubanos, el equivalente a unos 20 dólares.
Daisy, una peluquera en la provincia de Guantánamo, en el extremo oriental, dijo que tendría que pagar 738 pesos mensuales (unos 33 dólares) de alquiler. En la provincia de Santiago de Cuba, el promedio será de 1.008 pesos y en Holguín 1.292 pesos.
"Tenemos que pagar agua, electricidad y los productos, pero parece una buena idea", dijo Daisy, explicando que los empleados deberán ocuparse de decorar y mantener los locales.
Por su parte, Yordanka, empleada de un salón de belleza en la ciudad de Holguín, contó en una entrevista telefónica: "habrá que trabajar duro para sacar una buena ganancia, pero me gusta la idea".
Barberos y manicuristas deberán pagar menos que los salones de belleza. En la ciudad de Guantánamo, por ejemplo, el alquiler y los impuestos serán de 604 y 280 pesos, respectivamente.
El rendimiento del sector minorista ha sido muy criticado por la mala calidad de los servicios y el robo y desvío de recursos. El gobierno ha pedido paciencia mientras experimenta con posibles soluciones que no impliquen medidas un 100% capitalistas.
En muchos salones de belleza los empleados deben comprar los productos para trabajar, creando una situación insostenible, dijo Mabel, una peluquera en La Habana.
"Lo que sí es seguro es que, como estaba, no servía. Ni era estatal, ni era particular y en definitiva no funcionaba", agregó.
'Un pequeño paso'
Phil Peters, un experto del Lexington Institute en Virginia, dijo que la nueva medida era un pequeño paso con consecuencias potencialmente grandes.
"Si se implementa a fondo, convertiría pequeños negocios estatales en acuerdos de arrendamiento y cooperativas urbanas", consideró.
"Como los modelos de las cooperativas y el arriendo están ya siendo extendidos en la agricultura, no parecería haber ninguna barrera ideológica para aplicarlo en las ciudades", explicó.
El gobierno absorbió los pequeños negocios en 1968.
En medio de la crisis postsoviética de la década de 1990 legalizó el empleo por cuenta propia en sectores minoristas como pequeños quioscos de comida, restaurantes familiares, pedicuristas, barberos y payasos.
Sin embargo, en los años siguiente redujo significativamente el número de licencias. El número de empleados por cuenta propia llegó a unos 210.000 en 1996, según cifras oficiales, pero cayó a 100.000 en 2009.
Sin embargo, muchos cubanos ofrecen servicios profesionales de forma ilegal.
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